En los capítulos de La Promesa correspondientes a la semana del 14 al 16 de abril, los espectadores serán testigos de los momentos más desgarradores, intensos y reveladores de la temporada. Lo que comienza como una crisis médica se transforma rápidamente en una avalancha de traiciones, secretos y decisiones que cambiarán vidas para siempre.

Todo comienza con Catalina, quien se encuentra en estado crítico al inicio de su parto. El ambiente es opresivo: la lluvia golpea los cristales del palacio mientras el miedo se apodera de sus habitantes. Catalina, empapada en sudor frío y sin apenas fuerzas, lucha por sobrevivir mientras uno de los bebés aún no ha nacido. Curro, devastado, suplica a su hermana que aguante, pero su estado empeora y pierde el conocimiento justo después de emitir un gemido desgarrador.

Mientras tanto, Ángela se ve obligada a correr bajo la tormenta con el bebé ya nacido en brazos, buscando ayuda urgente. La tensión se apodera del palacio: Leocadia ordena buscar al doctor Ferrer sin demora, y Martina encuentra a Adriano, rogándole que intervenga.

Cuando por fin consiguen llevar a Catalina al interior del palacio, el Dr. Ferrer lanza una sentencia que deja sin aliento a todos: Catalina podría no sobrevivir a la noche y uno de los bebés ha muerto en el vientre. Las lágrimas de Alonso, que apenas logra mantenerse en pie, reflejan el dolor de un padre que se enfrenta a lo peor.

Pero esta tragedia es solo una parte de la historia. En paralelo, el caso de Yana da un giro inesperado. Curro y Pía, tras exhumar el cuerpo de Yana, confirman mediante pruebas que fue envenenada. Sin embargo, lo que parecía un paso decisivo hacia la justicia se convierte en una nueva pesadilla: un supuesto experto en venenos aparece, pero en vez de ayudar, su presencia siembra más dudas y temor. ¿Es aliado o enemigo?

Mientras esto ocurre, Petra, en la penumbra del sótano, muestra su lado más oscuro al confesarle a Samuel que odia a todos en el palacio y que estaría dispuesta a eliminarlos uno por uno. Sus palabras no dejan dudas: la amenaza es real y más peligrosa que nunca. Petra, que ha guardado silencio durante tanto tiempo, está a punto de estallar.

En otro rincón del palacio, Martina y Jacobo discuten sobre la finca y la boda. Jacobo, herido, no entiende por qué la finca parece más importante que su relación. Martina intenta explicarse, pero la grieta emocional entre ambos se profundiza, dejando claro que incluso los lazos más fuertes pueden romperse bajo presión.

Simultáneamente, Manuel se vuelca en ayudar a Simona, quien está desesperada por la desaparición de Antoñito. Con la ayuda del sargento Burdina, promete no descansar hasta encontrarlo. Su determinación lo convierte en una figura de esperanza en medio de la oscuridad.

El episodio del 15 de abril (capítulo 577) profundiza aún más el dolor colectivo. El doctor regresa con un anuncio devastador: Catalina sigue en estado crítico y la esperanza de salvar al segundo bebé es mínima. El palacio, envuelto en un silencio denso, se prepara para lo peor.

Al mismo tiempo, Ricardo y Rómulo intercambian sospechas sobre Ana, cuya actitud positiva les resulta sospechosa. ¿Está ocultando algo? ¿Forma parte de una red de encubrimientos más grande? Las dudas aumentan, y con ellas, la tensión en el palacio.

En una escena paralela, María Fernández, agradecida por el apoyo de sus compañeros durante una enfermedad reciente, intenta mostrar gratitud. Sin embargo, se encuentra con una respuesta fría y calculadora. En vez de consuelo, recibe indiferencia. Esta escena refleja cómo la crisis ha deshumanizado a quienes deberían estar unidos.

En la trama investigativa, Pía y Curro revisan los resultados de la autopsia clandestina de Yana. Las pruebas no dejan lugar a dudas: fue envenenada. Deciden continuar con la investigación, sabiendo que están a punto de destapar una red de corrupción que podría sacudir los cimientos del palacio. “Cada pista debe ser irrefutable”, insiste Curro, consciente de lo que está en juego.

En el corazón del palacio, incluso los sirvientes comienzan a sentir que algo oscuro se avecina. Rumores de traiciones y conspiraciones circulan en voz baja. “Aquí nada es lo que parece”, dice uno de ellos. “La lealtad se ha vuelto frágil como el cristal”.

Conforme cae la noche, la promesa ya no es solo un nombre, sino una carga pesada para todos sus habitantes. Cada decisión, cada palabra y cada secreto puede ser la chispa que encienda una tragedia mayor. El doctor, agotado y visiblemente afectado, se despide tras dejar la noticia más dolorosa que ha pronunciado en su carrera.

La escena final muestra a Curro y Pía en una sala secreta, repasando cada detalle, cada documento, decididos a continuar hasta el final. La sombra de la venganza, la justicia y el dolor los acompaña mientras el palacio entero parece contener la respiración.

¿Sobrevivirá Catalina? ¿Podrá Curro revelar toda la verdad? ¿Petra cumplirá sus amenazas? ¿Y qué secretos más están a punto de explotar?

La respuesta… muy pronto, en los próximos capítulos de La Promesa.