A medida que se acerca el desenlace, los secretos, las manipulaciones y los conflictos alcanzan un punto de ebullición en Sueños de libertad. Esta semana, los días se tiñen de confrontaciones, traiciones y decisiones que marcarán el destino de los personajes.

Lunes: La tensión explota

El inicio de semana arranca con una violenta discusión entre Raúl y Andrés. Raúl, consumido por la rabia tras el accidente de María, acusa directamente a Andrés de haberla empujado. La pelea casi termina en golpes si no fuera por la intervención de Manuela, que logra detenerlos justo a tiempo.

Entretanto, María sigue manipulando a quienes la rodean. Alimenta la furia de Raúl, mientras le da esperanzas a Andrés, quien, destrozado por la culpa, promete no abandonarla. A espaldas de todos, María teje una red cada vez más densa, fingiendo fragilidad mientras mueve las piezas de su estrategia.

Cristina comete un grave error en el laboratorio al alterar una muestra de perfume, lo que desata la furia de Luis. El conflicto revela las tensiones latentes en el equipo y deja a Cristina temiendo por su futuro profesional.

Don Pedro, sintiendo que Damián lo acecha, intenta defender su posición confrontando a su cuñado por haber traído a Cristina a la empresa. Pero su actitud sólo aumenta la desconfianza entre los miembros de la familia. Irene, su hermana, empieza a atar cabos y a percibir el tamaño de las mentiras que la rodean.

Mientras tanto, María da un nuevo paso en su juego: usa la noticia de la pelea entre Raúl y Andrés para manipular aún más a su fiel chófer. Luego, Andrés le confiesa a María lo que los médicos han dicho: no hay esperanza de que vuelva a caminar. Ella rompe en llanto y él se compromete a quedarse a su lado, dejando a Begoña completamente devastada. Begoña, decidida a abrirle los ojos, le lanza una advertencia: María lo está utilizando. Pero Andrés no escucha. Esa misma noche, decide poner fin definitivamente a su relación con Begoña.

La llegada de nuevos personajes, como Chema, el hermano de Carmen, y Gabriel, el misterioso sobrino de Damián, anuncian que la trama se complica aún más.

Martes: Decisiones que duelen

Raúl pide disculpas a Andrés y renuncia a su puesto, pero Andrés empieza a sospechar de su cercanía con María. En casa de Carmen, la llegada de Chema genera desconfianza en Tasio, quien sospecha que su cuñado solo busca aprovecharse.

Begoña, deshecha por la ruptura, comienza a notar cómo Andrés se hunde en su devoción por María, mientras Gema detecta que Joaquín está completamente obsesionado con descubrir la verdad detrás de la traición que lo apartó de la dirección de la fábrica.

Joaquín comienza a probar a Irene con insinuaciones sobre la noche de su caída, y su reacción nerviosa le confirma que está en el camino correcto. Mientras tanto, Cristina y Luis logran un tímido acercamiento tras su enfrentamiento, y empiezan a hablar de un nuevo proyecto.

Gabriel, el recién llegado, es presentado formalmente en la fábrica. Su presencia no pasa desapercibida para Tasio, quien siente que lo desplazan. Gabriel lo desarma con una actitud comprensiva, aunque oculta sus verdaderas intenciones.

Esa noche, María le confiesa a Raúl que cree sentir algo por él, provocando un giro emocional que podría alterar el equilibrio que ella tanto trabaja por mantener. Al mismo tiempo, Pelayo observa un intercambio sospechoso entre Tasio y Gabriel, despertando en él un instinto de alerta.

Miércoles: El juego de máscaras

Irene, cada vez más consciente de los peligros que los rodean, le advierte a su hermano Pedro que Joaquín sospecha. Pedro, torpe en sus intentos de reconciliación, solo refuerza las sospechas de Joaquín.

Chema, siempre oportunista, descubre el secreto de Tasio —que también es un De la Reina— y quiere aprovecharlo. Andrés, por su parte, intenta darle una nueva oportunidad a Raúl, imponiéndole límites claros en su relación con María.

Los secretos familiares empiezan a aflorar. Joaquín revela a Digna la identidad de Gabriel: es hijo del hermano oculto de Damián. Digna, atónita, empieza a dudar de todo lo que ha creído.

Damián exige a su hijo Andrés que retome sus responsabilidades en la fábrica. La escena tensa con Begoña en el jardín remueve profundamente a Andrés, que empieza a cuestionarse si ha tomado las decisiones correctas.

Gabriel, por su parte, tiene su primer cara a cara con María. Se tantean con palabras afiladas, como dos estrategas que saben que compiten por el poder. La conexión entre ambos es peligrosa. Damián, encantado con su sobrino, le abre las puertas de su casa… sin saber que está dejando entrar al enemigo.

Jueves: La amenaza silenciosa

La inquietud por Gabriel crece. Pelayo y Marta comparten sus sospechas, sin saber que Gabriel los escucha desde las sombras. En casa de los De la Reina, las revelaciones de Digna sobre el hermano perdido de Damián provocan tensiones. Irene, resentida con Pedro, le recuerda que él también ha ocultado secretos.

Joaquín continúa su cruzada y Gema decide ayudarlo espiando a Irene. Mientras tanto, Andrés intenta reincorporarse a su trabajo, pero una llamada de María lo hace regresar inmediatamente a casa. La manipulación ha surtido efecto.

Begoña encuentra un momento para reconectar con Luz, y ambas se refugian brevemente en su amistad mientras el caos crece. En otro frente, Pelayo comienza a tener una inesperada química con el diseñador de Cobeaga, trayendo un suspiro de aire fresco entre tanto drama.

Pero la tensión regresa rápidamente: Damián, furioso por el abandono laboral de Andrés, se presenta en la habitación de María y, con una amenaza velada, le deja claro que podría internarla si sigue interfiriendo en la vida de su hijo. María queda paralizada. El juego ha cambiado. Damián ha entrado en escena.

Viernes: El estallido

Gabriel sigue alimentando la rivalidad entre Tasio y Damián. La tensión familiar llega a un punto crítico, con reproches, gritos y viejas heridas abiertas. Andrés, indignado por la idea de su padre de internar a María, corre a contárselo a Begoña, esperando su apoyo. Pero su respuesta es inesperada: quizás sea lo mejor para todos. La decepción de Andrés es profunda. María, al escucharlo todo, sonríe satisfecha.

En la tienda, Chema es despedido, pero Carmen lo defiende con fiereza. Gema sigue hurgando en la verdad detrás del derrumbe de Joaquín, y la actitud evasiva de Irene sólo confirma sus sospechas.

El duelo final se presenta entre María y Begoña. Ya no hay máscaras. María provoca, y Begoña ve claramente quién es su verdadera enemiga. La tormenta llega, literal y metafórica. Una violenta lluvia cae sobre la casa de los De la Reina. Un apagón deja todo en penumbra.

Y en medio de esa oscuridad, Gabriel entra en acción. Aprovechando el caos, se desliza hasta el despacho de Damián, forzando un cajón hasta encontrar los documentos que buscaba. Su sonrisa lo dice todo: ha conseguido lo que necesita para destruir a la familia desde dentro.

La tormenta arrecia, pero lo peor aún está por venir. El final se acerca… y nadie saldrá ileso.