La tragedia golpea nuevamente La Promesa, y esta vez el misterio rodea a Jana, quien ha sido atacada brutalmente en su propia habitación. Manuel, al encontrarla malherida y agonizante, se enfrenta a una verdad devastadora: alguien dentro del palacio ha intentado asesinarla. La pregunta es: ¿quién y por qué?
El hallazgo que lo cambia todo
Manuel queda paralizado cuando ve a Jana en el suelo, su ropa empapada en sangre y su respiración débil. La mujer que ama lucha por su vida, y el pánico se apodera de él. Se arrodilla a su lado, con la esperanza de encontrar signos de vida, y al sentir su débil pulso, grita desesperado por ayuda.
El eco de su voz resuena por los pasillos de La Promesa, despertando a todos los habitantes del palacio. Sirvientes y nobles corren en busca de agua, paños y cualquier cosa que pueda ayudar a salvar a Jana. La confusión se extiende rápidamente y con ella las preguntas: ¿Quién pudo hacer algo tan cruel? ¿Fue un intento de robo, una venganza o una conspiración mayor?
Sospechas y traiciones
Mientras Jana es trasladada a una habitación con mejor iluminación para ser atendida por el Dr. Gamarra, la tensión en el palacio aumenta. La lista de sospechosos no deja de crecer. Cruz, con su eterno deseo de controlar todo, ¿habría llegado tan lejos? Leocadia, envuelta en secretos, ¿tendría razones ocultas para querer deshacerse de Jana? ¿Y Lorenzo? Su participación en los oscuros asuntos del varón de Luján lo ha puesto en la mira.
El ama de llaves, leal a Cruz, parece demasiado nerviosa, y sus respuestas evasivas solo la incriminan más. Mientras tanto, los murmullos recorren los salones: ¿acaso Jana descubrió algo que no debía?
La llegada del sargento Burdina: una investigación sin salida
Cuando el sargento Burdina llega con la Guardia Civil, la tensión se dispara. Su presencia indica que este no es un incidente menor, sino un intento de asesinato. Con un semblante serio, Burdina reúne a todos en el salón principal y deja claro que nadie podrá abandonar La Promesa hasta que el culpable sea identificado.
Uno a uno, los habitantes del palacio son interrogados. Cruz finge estar devastada por lo sucedido, pero sus respuestas calculadas generan más dudas. Leocadia, visiblemente nerviosa, se esfuerza por no delatarse, mientras que el ama de llaves confiesa haber estado en los pasillos, pero asegura que solo cumplía órdenes de su señora.
Lorenzo, en cambio, adopta una actitud evasiva, respondiendo con frases cortas que solo aumentan el misterio. Pero lo que más inquieta a Burdina es el descubrimiento de que un arma ha desaparecido del despacho de Alonso. ¿Quién la tomó y con qué intención?
Una pista crucial y la lucha de Jana por sobrevivir
Mientras la investigación avanza, Manuel recuerda un pequeño detalle que podría cambiarlo todo: al entrar en la habitación de Jana, encontró un objeto caído junto a la puerta. Sin pensarlo, lo guardó en su bolsillo, sintiendo que podría ser una pista clave.
Cuando lo examina con más detenimiento, descubre que se trata de un relicario antiguo con un escudo grabado en la parte posterior. No reconoce el símbolo, pero sabe que pertenece a alguien dentro del palacio.
Mientras tanto, el Dr. Gamarra trabaja incansablemente para estabilizar a Jana. Su estado sigue siendo crítico, y cada segundo sin la intervención médica adecuada la acerca más a la muerte. Cuando el médico finalmente sale de la habitación, el silencio en el pasillo es sepulcral. Todos esperan su veredicto.
“Jana sigue con vida, pero su estado es grave”, anuncia Gamarra con solemnidad. “Las próximas horas serán decisivas.”
El alivio momentáneo no borra la realidad: hay un asesino entre ellos, y si no lo encuentran a tiempo, podría atacar de nuevo.
El misterio se intensifica
A medida que la Guardia Civil profundiza en la investigación, la sospecha se convierte en paranoia. Se revelan coartadas, se intercambian acusaciones y se desentierran viejos secretos. La tensión es insoportable y, en medio de todo, Manuel se enfrenta a un dilema: ¿debe revelar el relicario que encontró o guardarlo hasta estar seguro de su dueño?
Mientras el amanecer ilumina el palacio con una luz fría e implacable, una cosa es segura: La Promesa nunca volverá a ser la misma.
¿Quién intentó asesinar a Jana? ¿Sobrevivirá lo suficiente para revelar la verdad? Descúbrelo en el próximo episodio de La Promesa.