En este capítulo, la tensión alcanza su punto máximo cuando Marta, preocupada por su futuro en la empresa, se enfrenta a Damián. La incertidumbre sobre su posición laboral la consume mientras se prepara para lo peor. Al acercarse a él, con un tono de vulnerabilidad, Marta no puede evitar preguntar si finalmente será despedida. Esta inquietud nace de los recientes cambios dentro de la empresa y la actitud distante de Damián, quien, hasta el momento, no ha mostrado signos de apoyo o comprensión hacia ella.
Damián, sin embargo, se mantiene frío y distante, lo que aumenta la ansiedad de Marta. La pregunta que surge en la mente de ambos personajes es si este será el final de una relación laboral que ha sido marcada por altibajos, pero también por momentos de cercanía. La escena destaca no solo la tensión en el ámbito profesional, sino también la lucha interna de Marta por encontrar su lugar en un entorno que se siente cada vez más hostil y frío. Aunque Damián no responde de inmediato, su silencio dice más que mil palabras, dejando a Marta en una espera angustiosa.
Este capítulo pone de manifiesto las dinámicas de poder en el trabajo y cómo la inseguridad laboral puede afectar profundamente a los personajes. La pregunta de Marta no solo es una solicitud de claridad, sino también una reflexión sobre su valor dentro de la empresa y la fragilidad de su posición. La incertidumbre se apodera de ella, mientras Damián parece dispuesto a tomar una decisión que podría cambiarlo todoo.