El capítulo 571 de La Promesa llega cargado de revelaciones escalofriantes, decisiones inesperadas y nuevas amenazas que pondrán a todos los habitantes de la mansión en vilo. Manuel, tras regresar con el alma herida y la mente aún marcada por la trágica pérdida de Jana, sorprende a todos con una decisión que sacude los cimientos de la familia: lejos de marcharse, anuncia que se quedará en La Promesa para afrontar el dolor y enfrentarse a las verdades ocultas que han envenenado el ambiente. Esta determinación no genera alivio, sino una oleada de temor. ¿Qué consecuencias traerá su presencia? ¿A quién amenaza con su voluntad de justicia?

Mientras tanto, Curro se recupera del intento de asesinato que sufrió recientemente y confirma sus peores sospechas: alguien dentro del palacio quiso matarlo. No piensa detenerse hasta descubrir la verdad, aunque eso signifique arriesgar su vida nuevamente. La tensión se incrementa cuando Pía recibe la noticia más devastadora: su hijo ha desaparecido misteriosamente del convento donde estaba refugiado. Vera, conmocionada, es quien le comunica la espeluznante noticia. Nadie sabe quién se lo llevó ni por qué, pero todo indica que se trata de algo más siniestro de lo que imaginaban.

Las cocinas tampoco escapan a la tormenta emocional. Simona, fuera de sí al descubrir que su hijo Antoñito llevaba días escondido en la casa sin que nadie le informara, explota de ira contra Vera y Lope. Aunque el reencuentro con su hijo tiene un tinte tierno, las heridas emocionales están lejos de cerrarse.

En los pasillos, Catalina enfrenta la incómoda reaparición de Adriano, quien intenta recuperar su lugar en su vida, proclamando amor y redención. Pero Catalina, firme y dolida, lo rechaza con frialdad, negándose a repetir errores del pasado. Por otro lado, Alonso intensifica su lucha legal por limpiar el nombre de Cruz, contratando a un abogado de renombre, decisión que pone en jaque los planes ocultos de Leocadia y Petra.

Entre tanto, Martina demuestra su destreza como administradora de la finca, mientras Jacobo lucha por encontrar su lugar en medio de cambios que no sabe si desea. Y en Luján, la desaparición del hijo de Pía desata el caos: ¿fue secuestrado o entregado legalmente a alguien con intenciones oscuras?

La noche cae sobre La Promesa con un presagio de tormenta. El viento silba entre las rendijas como si anunciara que el miedo ya no es una sensación pasajera, sino una presencia constante. La decisión de Manuel de quedarse ha encendido una chispa. ¿Será el inicio de la verdad o el detonante de una tragedia aún mayor?

La batalla por la justicia, la familia y los secretos enterrados acaba de comenzar.