El capítulo más esperado ha llegado y ha sacudido los cimientos de La Promesa. Lo que comenzó como una sospecha cargada de dolor se ha confirmado de la forma más impactante: Jana Expósito no murió por un disparo… sino que fue envenenada. Esta revelación lo cambia todo.
Después de semanas de remordimiento, misterio y silencios insostenibles, Pía Adarre decide dar un paso que nadie se habría atrevido a imaginar: acude sola, por su cuenta y riesgo, al cementerio de Luján para desenterrar el cuerpo de su amiga Jana. Un acto tan peligroso como desesperado. Lo hace sin avisar a Curro, para protegerlo de las consecuencias legales, y también para honrar una deuda moral. Jana lo había dado todo por ella en el pasado, incluso salvándole la vida. Ahora era el turno de Pía de devolverle esa lealtad.
Esta determinación nace de un recuerdo, una promesa, y una certeza en su corazón: Jana no murió en paz. A lo largo de los capítulos anteriores, vimos cómo Curro —hermano de Jana— agitaba el avispero en el palacio lanzando pistas sutiles sobre la posibilidad de un envenenamiento. Y justo cuando los nervios comenzaban a florecer entre los culpables, alguien intenta matarlo al manipular el equipo de montar a caballo. Pero no lo logran. Y la búsqueda de la verdad se intensifica.
Una vez con el cuerpo frente a ella, Pía hace un descubrimiento que estremece: los signos de envenenamiento están ahí. El rostro de Jana, las marcas en su piel, todo indica que fue lentamente silenciada por alguien que sabía lo que hacía. La pregunta es… ¿quién?
En medio de este clima sombrío, los espectadores no pueden evitar preguntarse: ¿Por qué no se recurrió al doctor Teodoro, el hombre que crió a Jana y que nunca apareció tras su muerte? Su experiencia podría haber sido clave, pero su ausencia solo aumenta el misterio. ¿Será que pronto lo veremos llegar a La Promesa para cerrar ese capítulo?
La escena de la exhumación no solo confirma la muerte de Jana, sino que entierra de una vez por todas los rumores de que la joven podría seguir viva. Pía no encontró un sobre con una carta secreta, ni una tumba vacía. Jana estaba allí. Fría, inmóvil, y cargada de respuestas que su cuerpo aún guarda.
A partir de ahora, La Promesa entra en una nueva etapa. Los sospechosos aumentan. Las miradas se tensan. La verdad ya no puede esconderse bajo tierra. La pregunta que lo cambia todo ahora es: ¿quién envenenó a Jana… y por qué?
Y tú… ¿estás preparado para descubrirlo? Porque este crimen acaba de comenzar a desvelarse, y promete arrastrar a todos al abismo.