La semana del 21 al 25 de abril en La Promesa trae una avalancha de emociones, despedidas inesperadas, nuevas llegadas y confesiones que marcarán el destino de muchos. Una etapa termina y otra comienza, con el equilibrio del palacio tambaleándose más que nunca.
El gran acontecimiento es la marcha definitiva de Ana, tras descubrirse que fue ella quien secuestró al hijo de Pía. Su salida conmueve al servicio y a los habitantes de La Promesa, pero lo que nadie esperaba es que Santos también se marchara con ella. Esta doble despedida deja a Ricardo roto de dolor, enfrentándose incluso a su fiel amigo Rómulo, incapaz de aceptar el abandono de su hijo.
Pero como siempre en La Promesa, cuando unos se van, otros llegan. Esta semana damos la bienvenida a Doña Emilia, una enfermera enviada por Leocadia para cuidar de Catalina, y a Alicia, una joven muda del refugio que sorprendentemente establece una conexión muy especial con Petra, la estricta ama de llaves. La aparición de Alicia parece despertar en Petra una humanidad oculta, mientras que la relación con Emilia deja entrever un pasado secreto que la vincula con Rómulo. ¿Serán antiguos amantes, o hay un parentesco oculto?
El lunes, Pía se encuentra de nuevo con Rufino de la Merced, el experto en venenos. Aunque el encuentro transcurre con aparente normalidad, Pía sospecha que este hombre podría haber tenido algo que ver en la muerte de Hanna. Mientras tanto, Curro descubre su nombre entre la correspondencia del palacio, lo que lo pone en alerta y hace tambalear su plan para descubrir al verdadero asesino.
En medio del dolor por su recién descubierta paternidad, Adriano decide estar más presente con sus hijos y con Catalina, pero su presencia constante en La Promesa empieza a levantar sospechas. Finalmente, Alonso lo descubre en la habitación de su hija, y la situación estalla. Pese a las advertencias, Catalina confiesa a su padre la verdad sobre la paternidad de sus hijos, lo que provoca una reacción furiosa del marqués.
Manuel, por su parte, busca acercarse a Toño, el hijo de Simona, y le ofrece trabajar con él en la adecuación del hangar para el nuevo proyecto aeronáutico. Simona, sin embargo, no reacciona como Manuel esperaba, dejando entrever que aún hay heridas abiertas entre madre e hijo.
En el plano emocional, María Fernández agradece sinceramente a Samuel todo lo que ha hecho por ella en secreto para protegerla, especialmente durante el duelo por Hanna. La tensión emocional entre ellos crece, dejando abierta la posibilidad de una relación más profunda.
En el episodio del miércoles, ocurre uno de los momentos más esperados por los fans: Curro se declara finalmente a Ángela. En una escena cargada de emoción, le abre su corazón con sinceridad, sabiendo que su amor está marcado por las diferencias sociales. Él es un lacayo, ella una señorita, y aunque el sentimiento es genuino, saben que la relación es casi imposible. Pero como ya ocurrió con Catalina y Adriano, el amor en La Promesa no conoce de clases cuando es verdadero.
Martina, por su parte, cansada de la frialdad de Jacobo, decide posponer la boda y emprende un misterioso viaje. Nadie sabe adónde va, pero su decisión abre nuevas incógnitas: ¿volverá con otro pretendiente, o descubrirá un nuevo propósito?
Lorenzo, en cambio, insiste en celebrar su fiesta de cumpleaños, algo que Curro intenta sabotear al encontrar el nombre de Rufino de la Merced entre los invitados. Al interceptar una carta enviada por Rufino al capitán De la Mata, Curro se la entrega a Pía, lo que podría acercarlos finalmente a la verdad sobre el asesinato de Hanna.
El jueves, Emilia se adapta con rapidez al palacio, ganándose tanto al servicio como a los señores. Sin embargo, su presencia inquieta a Rómulo, y deja entrever una historia común aún sin revelar.
Petra, mientras tanto, sigue ayudando a Samuel en el refugio y se muestra cada vez más cercana a Alicia, en quien parece ver una oportunidad para redimirse de su dureza habitual. Algunos piensan que Alicia podría convertirse en una especie de “nueva Feliciano”, un alma pura que equilibre la rudeza de Petra.
En el episodio del viernes, las consecuencias de la confesión de Catalina estallan: Alonso no es el único que reacciona con furia, sino también alguien inesperado, lo que pone aún más presión sobre Catalina y Adriano.
Ricardo, devastado por la marcha de Santos, choca frontalmente con Rómulo, mientras que Toño sigue evitando a su madre, que no pierde oportunidad de acercarse al hangar con la esperanza de reconciliarse.
Para cerrar la semana, Pía y Curro se sienten cada vez más cerca de resolver el misterio de Hanna, pero temen haber ido demasiado lejos al involucrar a Rufino. Si el experto en venenos tiene aliados dentro del palacio, sus vidas podrían estar en peligro.
📌 Conclusión:
La semana del 21 al 25 de abril en La Promesa es un verdadero torbellino de emociones, donde las despedidas duelen, los secretos estallan y el amor lucha por abrirse camino en medio del caos. Cuando unos se van, otros llegan… y todo vuelve a comenzar. Porque en La Promesa, nada permanece oculto para siempre.
