¿Qué harías si descubrieras que el hombre al que estás a punto de entregarte te ha mentido desde el primer día… y al día siguiente lo encuentras muerto en tu habitación?
Esto es exactamente lo que le ocurre a Martina en el próximo episodio de La Promesa. La joven, atrapada entre el deber familiar y sus sentimientos verdaderos, duda en casarse con Jacobo Monteclaro, su prometido. Jacobo, cada vez más impaciente y molesto por su falta de decisión, le exige una respuesta final: o se casan, o él se marcha.
Martina, desconfiando profundamente de las intenciones de Jacobo, decide no prolongar más la farsa y rompe el compromiso. La reacción de Jacobo es inmediata y violenta: jura vengarse de ella y de toda la familia Luján.
A la mañana siguiente, un grito desgarrador estremece el palacio: Martina ha encontrado el cuerpo de Jacobo sin vida en su habitación. La tragedia se convierte rápidamente en el epicentro de un escándalo que sacude los cimientos de La Promesa.
Días antes de este fatídico evento, la tensión entre Martina y Jacobo ya era insoportable. A pesar de haber anunciado su compromiso ante la nobleza, el enlace se pospuso indefinidamente. Jacobo, frustrado, busca una conversación definitiva con Martina en los jardines del palacio. Ella, distante y serena, se mantiene firme: lo quiere, sí, pero no está lista para un matrimonio que siente impuesto.
Jacobo, en lugar de mostrar comprensión, le lanza comentarios despectivos, diciéndole que hay muchas otras mujeres dispuestas a ocupar su lugar. Esas palabras, lejos de convencer a Martina, la hieren profundamente. No está dispuesta a ser tratada como un reemplazo ni como un trofeo de prestigio social. En un momento de valentía, lo deja claro: prefiere perder todo antes que perderse a sí misma.
Después de esa discusión, Martina busca consuelo en Curro, quien la escucha con atención en la cocina del palacio. Ella le confiesa lo sucedido y él, con sensibilidad, le asegura que merece algo mejor. Curro le recuerda que el miedo es normal, pero que rendirse a una vida sin amor, solo por tradición o comodidad, sería la verdadera cobardía. Sus palabras tocan el corazón de Martina, quien por fin comienza a ver con claridad.
Con renovada determinación, sube a enfrentar a Jacobo una última vez. Él intenta manipularla, pero esta vez ella no cede. Le dice que ha tomado una decisión firme: no se casará con él. Él reacciona con furia, grita, amenaza, incluso intenta hacerla sentir culpable por el “escándalo” que causará. Pero Martina se mantiene firme. Prefiere vivir con la conciencia tranquila que atrapada en una mentira.
Cuando sale de la habitación, deja atrás no solo a Jacobo, sino también la idea de una vida impuesta. Sin embargo, Jacobo, solo en su cuarto, se derrumba emocionalmente. La rabia lo consume. Destruye objetos, grita, y en medio de ese caos, saca un conjunto de documentos antiguos, cartas y pruebas que ha guardado durante años. Con una sonrisa perversa, pronuncia un nombre: Leocadia.
“Ella será la primera”, murmura, revelando su plan de venganza. Está decidido a acabar con los Luján y empieza por desenterrar secretos ocultos que involucran directamente a Leocadia. Cree que nadie sabe lo que ocurrió en el pasado… pero él sí.
Poco después, su cuerpo es hallado sin vida. Todo el palacio entra en shock. El sargento Burdina inicia de inmediato una investigación. ¿Fue un suicidio? ¿Un asesinato? ¿O un oscuro ajuste de cuentas?
Las sospechas se multiplican. Martina, devastada por la escena, no puede dejar de preguntarse si sus palabras desencadenaron algo más. Leocadia, por su parte, se tambalea. En un momento de tensión, le confiesa a Petra que no tuvo más opción que “hacerlo callar” para proteger los secretos de la familia. Pero… ¿es toda la verdad?
La posibilidad de que haya más personas involucradas se convierte en el nuevo centro de la historia. ¿Fue solo Leocadia, o alguien más temía lo que Jacobo podía revelar?
Mientras tanto, Pía y Curro se enfrentan a su propio dilema. Giana sigue desaparecida, y las piezas del rompecabezas empiezan a moverse. La urgencia de encontrar respuestas se intensifica, y cada conversación parece llevar a nuevas revelaciones.
La tensión alcanza su punto más alto cuando Leocadia y Cruz se enfrentan en una silenciosa pero letal guerra de poder. Ambas están dispuestas a todo para proteger lo que consideran suyo. Los secretos enterrados desde hace años amenazan con salir a la luz… y podrían arrasar con todo a su paso.
¿Quién está realmente detrás de la caída de Jacobo Monteclaro? ¿Fue Leocadia movida por miedo… o por venganza? ¿Y qué implicaciones tendrá esto para la familia Luján?
Cada personaje deberá enfrentarse a su pasado. Algunos encontrarán redención. Otros… solo destrucción. Porque en La Promesa, la verdad siempre sale a la luz, pero rara vez lo hace sin consecuencias.