En el capítulo 296 de Sueños de Libertad, la calma que parecía haberse instalado en casa de los Merino es solo la antesala de una nueva tormenta.
El regreso a casa
Luis y Luz regresan del hospital actuando como si nada hubiera sucedido. Con sonrisas y abrazos, Digna los recibe emocionada, celebrando su recuperación como un milagro divino. Todos comparten un momento de felicidad y esperanza, preguntándose por Joaquín y Gema, quienes ya están en la fábrica retomando sus actividades.
Sin embargo, bajo esta apariencia de normalidad, Digna no puede evitar preguntarse si Luis habrá descubierto su cercanía reciente con don Pedro, algo que podría complicarlo todo.
Confabulaciones en la mansión de la Reina
Mientras tanto, en la mansión de los Reina, Damián y Andrés discuten el resentimiento del padre de Mateo hacia ellos. Damián, pragmático como siempre, minimiza el problema y se centra en su estrategia: presionar a Andrés para manipular a María y así asegurar su control en la empresa. Pero Andrés advierte que María ya no es la de antes, especialmente desde que tiene influencia sobre Julia.
Luis, el rebelde
En los Merino, Luis se muestra inquieto. Aunque Digna insiste en que debe descansar y le asigna tareas menores como descargar cajas en los muelles, Luis tiene otros planes. Aprovechando un momento de distracción, contacta secretamente a Tasio para seguir adelante con sus propios proyectos.
Más planes ocultos
Mientras Damián y Andrés tejen sus intrigas empresariales, incluyendo movimientos en la iglesia para asegurar su posición, Joaquín y Gema enfrentan una dura realidad: no podrán tener hijos biológicos y consideran seriamente la adopción. El padre Curita les aconseja adoptar un bebé para evitar mayores complicaciones.
Damián y Luz: una alianza tensa
Luz confronta a Damián, sospechando que él guarda secretos respecto a Luis. Aunque Damián asegura que no traicionará a Luz —en parte por agradecimiento y en parte por intereses propios—, el aire queda cargado de desconfianza.
El laboratorio clandestino
Ignorando las órdenes explícitas de Digna, Luis instala un improvisado laboratorio químico en su antigua habitación, trasladando discretamente todo el equipo con la ayuda de Carmen. Según Luis, Digna solo le prohibió ir a la fábrica, no trabajar desde casa… Pero cuando Digna y Joaquín descubren el laboratorio casero, el escándalo es inminente. Digna amenaza con negarle la cena y Joaquín le advierte, en tono serio, que tenga cuidado para no volar la casa.
Digna y Don Pedro: ¿un romance en ciernes?
En la fábrica, Digna pide a don Pedro contratar a alguien temporal para suplir a Luis. Don Pedro, cada vez más enamorado, recuerda con ternura la noche que compartieron, pero Digna, aún cauta, mantiene la distancia, negándole un beso.
Conflictos entre hermanos
Andrés y Raúl también tienen un enfrentamiento pendiente. Andrés deja claro que no se disculpará por sus actos y le advierte a Raúl que se mantenga al margen de su relación con María. Pese a las tensiones, la conversación termina en un apretón de manos frío pero civilizado.
Secretos peligrosos
Damián recibe informes comprometedores de su investigador privado: don Pedro habría vendido su antigua empresa ocultando defectos graves en las estructuras, lo que podría hundirlo si alguien revela esta información a los nuevos propietarios.
Begoña y María: una batalla por Julia
Begoña intenta recuperar la relación con su hija Julia, pero María manipula la situación, obligando a Begoña a disculparse públicamente. Aunque María acepta las disculpas, su actitud arrogante deja a Begoña herida y frustrada. Julia, mientras tanto, se mantiene cada vez más bajo la influencia de María.
Avance: Nuevas amenazas en el horizonte
Marta advierte a Fina de que “en esta empresa cada vez hay más locuras”, presagiando más conflictos por venir. Además, Marta sospecha del nuevo empleado, sin saber que es un espía enviado por Damián para vigilarlos.