En los próximos capítulos de La Promesa, cuando Maria Fernández vea que la investigación del sargento Burdina avanza demasiado lentamente, tomará la decisión de actuar por su cuenta. La leal doncella, movida por su amistad con Jana y su sed de justicia, comenzará una investigación secreta dentro del palacio. Aprovechando su trabajo, escuchará conversaciones ocultas en los pasillos y revisará en secreto los objetos personales de Cruz, Lorenzo y Leocadia en busca de pistas.
La perseverancia de Maria dará frutos cuando descubra un detalle perturbador relacionado con la habitación de Jana, una prueba que podría cambiarlo todo. Sin perder tiempo, irrumpirá durante una cena formal, donde Manuel, Alonso, Cruz, Catalina y otros miembros de la casa estarán reunidos. Con el corazón latiendo con fuerza, declarará ante todos: “He descubierto quién disparó a Jana.” El salón quedará en silencio absoluto.
Los ojos de todos se clavarán en Maria, quien, con voz firme, señalará a Petra como la responsable. La acusará no solo de disparar a Jana, sino también de actuar bajo las órdenes de Cruz. Un murmullo de incredulidad recorrerá el salón mientras Petra, visiblemente nerviosa, niega la acusación. Sin embargo, ante la presión, terminará confesando, afirmando que actuó sola y que Cruz no tuvo nada que ver.
Mientras tanto, en otra parte del palacio, se mostrará cómo Manuel, desesperado por encontrar justicia, presiona al sargento Burdina para que arreste a su madre. Aunque Burdina sospecha de Cruz, le explica que sin pruebas concretas no puede actuar. Esto enerva a Manuel, quien jura que su madre no quedará impune.
Fuera del despacho, Petra escucha esta conversación secreta. Al comprender que la falta de pruebas protege a Cruz, corre a informarle. La marquesa, al saberlo, siente un alivio momentáneo, pero también sabe que debe actuar con cautela: Manuel está dispuesto a todo para verla caer.
A medida que la tensión aumenta en el palacio, Maria continúa su investigación encubierta. Observa atentamente a Cruz, Leocadia y Lorenzo, pero pronto se da cuenta de que Petra muestra un comportamiento inusualmente ansioso: se mueve de forma sospechosa por los pasillos, susurra en rincones apartados y vigila de cerca la recuperación de Jana, como si temiera que despertara y hablara.
Una noche, Maria escucha una conversación clandestina entre Petra y Cruz. Desde detrás de una puerta entreabierta, oye claramente cómo Petra sugiere eliminar a Jana antes de que pueda recordar lo sucedido. Aunque Cruz duda, Petra insiste en que puede encargarse del problema. Esta conversación confirma las sospechas de Maria: Petra no solo participó, sino que está dispuesta a repetir su crimen para protegerse.
Aterrada pero decidida, Maria corre a informar a Manuel. Esa noche, la atmósfera en La Promesa es densa y cargada de nerviosismo. Maria, con el alma en vilo, irrumpe en la cena y revela la verdad ante todos. Petra intenta defenderse, pero su nerviosismo la delata. Finalmente, confiesa ser la autora del disparo, afirmando que actuó sola para proteger a Cruz.
El sargento Burdina, presente en la escena, no tiene más remedio que arrestar a Petra. Mientras le coloca las esposas, la mirada cómplice entre Petra y Cruz no pasa desapercibida: Petra asume toda la culpa para salvar a su señora.
Manuel, impotente y furioso, jura que Cruz no quedará impune para siempre. Pero por ahora, la marquesa, sentada tranquilamente, oculta su triunfo tras una copa de vino. Aunque ha esquivado la justicia una vez más, el ambiente deja claro que esta victoria podría ser solo temporal.
¿Qué opinas de esta impactante revelación en La Promesa? ¿Crees que Cruz logrará salir indemne? ¡Déjanos tu comentario!