En el episodio 593 de La Promesa, las tensiones aumentan dentro y fuera del palacio mientras las intrigas, los secretos y las decisiones inesperadas comienzan a dar forma a un capítulo decisivo. Todo arranca con un conflicto que amenaza con estallar: Toño, el joven al que Manuel ha intentado ayudar y proteger, le confiesa que ha perdido no solo el dinero que le fue confiado, sino también el coche. Aunque Manuel lo cree, no todos comparten su fe. Simona, la madre de Toño, pronto se entera de lo ocurrido y comienza a dudar que todo haya sido un simple accidente. Su preocupación se mezcla con sospechas, sobre todo cuando la noticia se propaga por todo el servicio y termina llegando hasta el marqués.

La reacción del marqués es inmediata y furiosa. La confianza depositada por Manuel queda comprometida y esto provoca una discusión directa entre padre e hijo. Para una casa donde el orden y la responsabilidad son valores fundamentales, la imprudencia de Toño es vista como una traición que puede traer consecuencias irreparables, no solo para él, sino también para Manuel, cuya credibilidad podría verse empañada.

En paralelo, Lope y Curro continúan con su plan secreto para visitar el casino de Villalquino, con la intención de encontrar a Basilio, personaje clave en el intento de asesinato que casi acaba con la vida de Curro. Han preparado todo al detalle: la excusa para salir del palacio, la información necesaria para localizar a su objetivo y el respaldo logístico de Manuel. Sin embargo, el destino les juega una carta inesperada: no viajan solos.

Ángela, que no figuraba en los planes iniciales, se une a la expedición, alterando por completo la dinámica del viaje. Aunque en un principio su presencia representa un obstáculo, pronto se revela como una pieza clave para lograr su objetivo. Su rol será atraer la atención de Basilio en el casino, lo cual podría facilitar el contacto con él. La tensión entre los tres es palpable, ya que el riesgo de ser descubiertos o de que la misión fracase aumenta con cada paso.

Mientras esta peligrosa misión se pone en marcha, el ambiente dentro del servicio del palacio se deteriora. Rómulo, el siempre recto mayordomo, continúa distante y molesto con Pía, la jefa de llaves. La frialdad entre ambos se hace cada vez más notoria, y quienes trabajan con ellos lo sienten como un peso que afecta la rutina diaria. Emilia, tratando de entender lo que sucede, confiesa a Simona y Candela que ambos fueron pareja en el pasado, lo que añade otra capa de complejidad al conflicto.

Petra, fiel a su carácter directo, decide intervenir. Consciente de que la tensión está afectando al grupo, se enfrenta a Rómulo con una advertencia clara: la confianza rota no se repara cerrando puertas, sino abriéndolas. Sus palabras buscan despertar en él la voluntad de reconciliarse con Pía, no solo por el bien personal de ambos, sino por el equilibrio del servicio.

En otro rincón del palacio, la situación con Eugenia se vuelve cada vez más peligrosa. Lorenzo, su esposo, está decidido a internarla nuevamente en el sanatorio. Su obsesión por deshacerse de ella no deja lugar a dudas. Leocadia, su aliada, lo apoya en la ejecución de un plan perverso: minar la estabilidad emocional de Eugenia para que parezca inestable frente a los demás. De ese modo, su reclusión se justificaría sin despertar sospechas.

Eugenia, sin embargo, no se deja manipular tan fácilmente. Aunque sufre por su memoria fragmentada y su vulnerabilidad, deja claro que no piensa marcharse del palacio sin luchar. Cuando Leocadia intenta tantear la situación haciéndose pasar por mediadora, Eugenia responde con firmeza, evidenciando que, pese a todo, no está dispuesta a ceder terreno.

A pesar de este entorno cargado de conflictos, una historia de amor avanza en secreto: la boda clandestina de Catalina y Adriano está a punto de celebrarse. El enlace, cuidadosamente oculto del resto de la casa, representa una pequeña luz en medio del caos. Catalina confía en que su amor pueda consolidarse lejos de los ojos críticos de su familia. Samuel será quien oficie la ceremonia, y Simona, emocionada por ejercer de madrina, se prepara con ilusión para un momento único e íntimo.

Todo parece ir según lo previsto, pero como en toda historia llena de secretos, una interferencia amenaza con arruinarlo todo. Leocadia, una vez más moviéndose entre las sombras, consigue enterarse de la boda gracias a Petra, a quien manipula como ya hizo en el pasado con Cruz. En el último momento, interrumpe la ceremonia, dejando a todos en shock y poniendo en riesgo no solo el enlace, sino la tranquilidad que Catalina y Adriano ansiaban.

Así, el capítulo 593 de La Promesa se perfila como uno de los más intensos hasta el momento. El viaje de Curro, Lope y Ángela hacia la verdad se vuelve más complejo y peligroso. El enfrentamiento de Eugenia contra las conspiraciones de su esposo cobra fuerza. El servicio del palacio lucha por recuperar el equilibrio tras la grieta entre Rómulo y Pía. Y, entre todo esto, el amor sigue intentando abrirse paso, incluso si debe hacerlo en secreto y bajo amenaza. ¿Lograrán nuestros protagonistas sus objetivos sin pagar un precio demasiado alto? ¿Podrá Eugenia resistir la presión psicológica que la rodea? ¿Y qué pasará con el amor entre Catalina y Adriano? La Promesa sigue su curso, cada vez más intensa, cada vez más impredecible.