En el capítulo 327 de Sueños de Libertad, la tensión alcanza un punto de ebullición cuando Damián irrumpe inesperadamente en la vida de Digna. Lo que parecía una simple visita se convierte en un enfrentamiento cargado de reproches, revelaciones inquietantes y advertencias que podrían cambiarlo todo. ¿Qué oscuros secretos esconde Pedro? ¿Y por qué Damián está dispuesto a arriesgarlo todo para abrirle los ojos a Digna?
Una visita no deseada
Damián aparece en la puerta de la casa de Digna sin previo aviso. Su presencia, lejos de ser bien recibida, genera un ambiente tenso desde el primer segundo. Digna se muestra fría, reservada, incluso hostil. No hay sonrisas, no hay abrazos, sólo una mirada distante y un tono cortante. Le deja claro que estaba por salir, marcando un límite inmediato. Es evidente que no quiere hablar con él. Y cuando menciona que ahora vive en Toledo, no lo hace casualmente: es una manera de recordarle que su vida ha cambiado, que su mundo ya no gira en torno a lo que fueron, y que ahora está lejos —emocional y geográficamente—.
Damián intenta justificar su presencia diciendo que sólo supo que ella estaba allí porque Manuela se la encontró en el camino. Pero Digna no cede. La conversación se torna breve y cortante. Ella le lanza una pregunta seca: si hay alguna novedad sobre María. Cuando Damián le responde que no, ella decide terminar el encuentro y lo echa de su casa. Pero justo cuando él está por irse, deja caer una bomba que lo cambia todo.
“Pedro no es quien crees…”
Antes de marcharse, Damián cambia el rumbo de la conversación: dice que, aunque no hay noticias sobre María, sí tiene información importante… sobre Pedro. Su tono se vuelve grave, urgente. Le advierte que Pedro está metido en asuntos turbios, que hay cosas que Digna no sabe. Ella, incómoda, intenta cortar la conversación una vez más. Pero él no se rinde. Insiste en que Pedro manipuló todo para hacer que Joaquín, el hijo de Digna, renunciara a su puesto como director.
Digna no puede creer lo que escucha. Pedro, el hombre que estuvo al lado de Joaquín en sus momentos más difíciles, ahora es acusado de ser el responsable de su caída. Ella lo defiende con firmeza. Afirma que Pedro fue quien lo apoyó cuando más lo necesitaba. Pero Damián va más allá.
Las piezas del rompecabezas
Según Damián, todo fue un plan de Pedro. Él utilizó a Gorriz para lanzar una mentira sobre Joaquín, sabiendo perfectamente que la presión lo desestabilizaría. Pedro entendía que Joaquín no podría soportarlo, que explotaría emocionalmente, y así ocurrió. Joaquín casi golpea a Gorriz, perdió el control, y eso lo llevó a presentar su renuncia. En ese preciso instante, Pedro dio un paso al frente, quedando como el salvador que tomó las riendas. “El héroe perfecto”, lo llama Damián con ironía.
Damián admite que no tiene pruebas aún, pero asegura que las encontrará. No está dispuesto a dejar que Pedro siga engañando a todos, mucho menos a Digna. Su determinación es inquebrantable, incluso cuando Digna lo mira con incredulidad, furia y dolor. Ella no quiere escuchar, no puede aceptar que el hombre con quien ha reconstruido su vida esté envuelto en semejante trama.
Desapariciones, muertes… y un pasado que no muere
Pero la conversación no termina ahí. Damián da otro paso más hacia lo impensable: relaciona a Pedro con la desaparición de Gorriz y con la misteriosa muerte de Jesús. La acusación cae como un rayo en el salón. Digna, conmocionada, no puede contener su furia. Para ella, Damián ha cruzado una línea. Es demasiado. Lo acusa de estar obsesionado, de querer destruir a Pedro porque no puede superar el pasado.
Y tal vez tenga razón en una cosa: Damián no ha superado nada. Pero eso no significa que mienta. Al contrario, su persistencia, su intensidad, su rabia… todo indica que detrás de sus palabras hay más que celos. Hay certezas, aunque aún no comprobadas.
Un abismo abierto
Cuando Damián se marcha finalmente, deja a Digna en un mar de dudas. No lo demuestra abiertamente, pero en su mirada hay una grieta. ¿Y si Pedro no es tan inocente como aparenta? ¿Y si Damián tiene razón y todo ha sido una gran manipulación? ¿Qué ocurrió realmente con Joaquín? ¿Y qué pasó con Gorriz… y con Jesús?
El capítulo 327 de Sueños de Libertad nos deja al borde del abismo. Digna se enfrenta ahora a una encrucijada emocional brutal: confiar en su esposo o escuchar al hombre que una vez lo fue. Y en medio de todo esto, nombres como María, Joaquín, Gorriz y Jesús emergen como piezas clave de una historia aún no contada.
Próximo episodio: ¿Buscará Digna la verdad por su cuenta? ¿O elegirá la negación como escudo ante una realidad demasiado dolorosa? Mientras tanto, Pedro sigue moviendo las piezas desde las sombras. La libertad que todos sueñan, parece cada vez más lejana… y más peligrosa.
No te pierdas el próximo capítulo de “Sueños de Libertad”, donde cada verdad revelada puede ser el inicio de una tragedia aún mayor.