Manuel se ve atrapado en un torbellino de emociones tras una dura conversación con sus padres, quienes le exigen que se aleje de Giana por razones de clase y conveniencia social. Con el corazón oprimido, decide guardar silencio para no herir a Giana, aunque su actitud distante no pasa desapercibida. Ella, guiada por el amor, le exige sinceridad. Manuel, dividido entre el amor y la lealtad familiar, elige mentir pensando que así la protege.

Giana, sin embargo, intuye el dolor que él oculta y elige confiar en él, aunque comienza a germinar en ella una semilla de duda. Al mismo tiempo, la relación entre Vera y Lope se desmorona. Él, desesperado, recurre a la duchessa Amalia en un último intento por salvar su amor, a pesar de que ella siempre se opuso a su relación.

Mientras tanto, Cruz y Giana entran en conflicto directo. Manuel, agotado por las manipulaciones de su familia, lanza un ultimátum: si no aceptan a Giana, abandonará su destino como heredero. Ante esto, Petra sugiere una estrategia inesperada: convencer a Giana de que sea ella quien se aleje. Cruz, con su frialdad calculada, le ofrece una vida llena de privilegios a cambio de renunciar a Manuel. Pero Giana, firme y valiente, defiende su amor, desarmando por completo a la marchesa.

En medio de estas tensiones, se celebra una fiesta organizada por María y Marcelo. La celebración se convierte en caos cuando el ponche provoca una resaca colectiva. Candela, afectada por sus propios fantasmas y el alcohol, pierde el control, arruinando el ambiente. Mientras tanto, Martina, carcomida por los celos, confronta a Jimena sobre sus sentimientos por Curro. La respuesta silenciosa de Jimena confirma lo que temía: los sentimientos son reales, aunque reprimidos por viejas heridas.

Tras la fiesta, Giana se siente traicionada por el silencio de Manuel. Él, tocado por su dolor, suaviza su postura hacia sus padres pero reafirma su decisión de estar con ella. Cruz, aunque aparenta victoria al verlo quedarse, se inquieta al saber que fue Giana quien lo inspiró. Se acerca a ella con una aparente gratitud, que no es más que una nueva trampa cuidadosamente tejida.

Margarita, por su parte, decide dejar la Promessa y corta lazos con el conde Ayala. Antes de partir, deja una carta a Cruz pidiéndole que proteja a Martina y, si es necesario, recurra a Petra. Catalina, en tanto, atraviesa un embarazo lleno de incertidumbre, acompañada por un Pelayo inseguro y por su propio temor al rechazo social. Una charla con Alonso la hace reflexionar profundamente sobre su futuro y el del hijo que espera, llevándola al colapso físico y emocional.

Mientras todo esto ocurre, Giulia descubre el mayor secreto de Giana: que es hermana de Curro. Ella lo niega con vehemencia, temiendo que esa verdad lo destruya todo. Pero una revelación aún más impactante surge: desde su celda, Rómulo le confiesa a Pia que sabe quién es el verdadero asesino de Gregorio Castiglio. Esta verdad podría cambiarlo todo si alguien decide creer en él.

Santos, con ayuda de Petra, comienza a investigar su pasado. Vera intenta reconstruir su vida en la tenuta. Y la duchessa reaparece, envuelta en nuevos misterios. Su presencia levanta sospechas sobre un posible plan peligroso que amenaza a todos en La Promessa.

Con el drama alcanzando su punto máximo, se avecinan episodios cargados de emociones, secretos reveladores y decisiones que marcarán el destino de todos. ¿Quién saldrá fortalecido y quién caerá bajo el peso de las mentiras?