En este capítulo cargado de tensión, traiciones y dilemas morales, Sueños de Libertad nos arrastra por las profundidades de la ambición política y las heridas emocionales que aún supuran en la familia de los de la Reina.
La escena inicial nos sitúa en la habitación de María. Postrada en la cama, escucha con atención a Andrés, quien murmura en sueños… y lo que oye la deja helada: el nombre de Begoña. María lo sacude para despertarlo, y al confrontarlo, la verdad comienza a salir a la luz. Andrés intenta justificar sus palabras, asegurando que soñaba con el momento en que Begoña defendió al ladrón, pero María, furiosa y dolida, le lanza una frase brutal: “Si la hubieran matado, nos habríamos librado de muchas complicaciones”.
La tensión sube aún más cuando María lo acusa de seguir enamorado de Begoña. Andrés intenta apaciguarla, prometiéndole que su afecto cambiará con el tiempo, pero María no está dispuesta a seguir en una relación donde la sombra de otra mujer ocupa el corazón de su pareja. La conversación se convierte en una despedida emocional, aunque no dicha explícitamente. María ha abierto los ojos, y Andrés parece no tener el valor suficiente para cambiar lo que siente.
En paralelo, Pelayo se encuentra en una cafetería, abrumado por una noticia que lo ha dejado sin apetito: Francisco Cárdenas se ha postulado como su rival para el cargo de gobernador civil. Cuando Damián se le une, intenta animarlo, pero Pelayo confiesa su desesperanza. Cárdenas tiene todo a su favor: popularidad, una familia influyente y carisma arrollador. Pero hay algo más… Pelayo tiene en sus manos una información comprometedora que podría destruir a Cárdenas.
Damián, con su habitual visión estratégica, le sugiere a Pelayo que piense a largo plazo: ¿vale más mantener la integridad o evitar que un hombre sin escrúpulos llegue al poder? El dilema moral es claro, y Pelayo queda atrapado entre sus valores y su ambición.
Mientras tanto, Gabriel irrumpe en el despacho de Damián con una revelación que puede cambiar el rumbo del consejo de la empresa: la cláusula 23 de los estatutos impide votar a cualquier miembro mentalmente incapacitado, y podrían utilizar esto para neutralizar a María. Argumentan que, tras su intento de suicidio, María podría ser declarada no apta para votar. Aunque aún no tienen pruebas médicas, Damián se compromete a conseguir el certificado de la doctora Borrel, esposa del doctor Merino, que fue quien la atendió en secreto.
Con una copa en la mano, Damián brinda por la astucia de Gabriel y le revela uno de los secretos más oscuros del pasado: la muerte de Mateo, hijo de don Pedro, en la fábrica. Aunque fue un accidente, don Pedro culpó a Andrés y desde entonces ha jurado venganza. Damián sabe que este es el momento perfecto para recuperar el control de la empresa, y la única forma es debilitando el poder de Pedro… y ahora también de María.
Finalmente, Pelayo, después de mucha reflexión, toma una decisión que lo marcará para siempre. Se presenta en el despacho de don Pedro y acepta su ayuda. Don Pedro, con sonrisa triunfal, le entrega un sobre con información explosiva contra Cárdenas, además de una lista de periodistas dispuestos a publicar el escándalo.
Pelayo, aunque agradecido, siente el peso del pacto que acaba de sellar. Don Pedro, con su tono siempre calculador, le recuerda que ahora están en el mismo barco… “Hay que tener amigos hasta en el infierno”, le dice, dejando claro que este favor no será gratis. Pelayo, atrapado en la telaraña del poder, acepta el trato con una sonrisa tensa. El juego político ha comenzado… y él acaba de mover la primera ficha.
¿Podrá María soportar el desengaño con Andrés? ¿Qué hará Damián con el poder que ha comenzado a acumular? ¿Y hasta dónde está dispuesto a llegar Pelayo por un puesto político?
👉 Este capítulo es un torbellino de emociones, secretos del pasado y pactos oscuros que cambiarán el destino de todos en Sueños de Libertad.
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