La semana del 4 al 8 de agosto en Sueños de libertad nos trae un huracán de emociones, revelaciones inesperadas y decisiones que podrían cambiar el rumbo de todos los personajes. María se ve sacudida al descubrir que Gabriel está directamente implicado en el sabotaje del perfume de Cobeaga. Lo que más la perturba no es solo el acto en sí, sino la forma en la que él lo asume con frialdad y orgullo. Su cinismo y su falta de escrúpulos provocan un miedo silencioso en ella, pues por fin comprende hasta dónde es capaz de llegar.
Mientras tanto, Digna se muestra profundamente preocupada por la salud de Pedro, quien, en su obstinación, se niega a dejar la empresa en manos de Joaquín. Para ella, su marido no se aferra al poder por liderazgo, sino como un escudo para no enfrentarse a su propio deterioro físico. María, decidida a poner a prueba a Gabriel, le exige que haga pública su relación con Begoña, como gesto definitivo para cerrar capítulos con ella y con Andrés. Aunque Gabriel accede y organiza un evento en el casino de Toledo, Begoña se muestra indecisa: ¿puede realmente exponerse ante todos junto a un hombre tan polémico?
Irene y Cristina, por otro lado, fortalecen su lazo familiar y profesional, hasta que un desacuerdo con Luis por la repartición de beneficios del perfume siembra una nueva discordia. El dinero, como tantas veces en esta historia, se convierte en una grieta que divide. Fina, emocionada con su nueva faceta como fotógrafa, se derrumba ante su primera crítica negativa. La desvalorización pública la lleva a replantearse todo, y es gracias al apoyo de Carmen y Claudia que logra no hundirse del todo. Su camino hacia la autoaceptación será tan complejo como revelador.
Gabriel, por su parte, se acerca cada vez más a Begoña. Ella, sin embargo, empieza a sospechar si ese interés es sincero o forma parte de su estrategia manipuladora. Gaspar, enfrentado a don Agustín, lo acusa de haber influido negativamente en Manuela. El dueño del bar, impasible, plantea una salida poco clara que deja aún más dudas en el aire. Mientras, Begoña pide ayuda legal a Gabriel para una trabajadora de la fábrica, lo que enciende la llama de los celos en Andrés. Su enojo crece desmedidamente.
Pedro, ajeno a las advertencias, se prepara para tomar una decisión económica que podría poner en jaque la empresa. Marta descubre que el robo de información no se originó en el taller, sino en la fábrica, lo que redirige toda la investigación. Andrés confronta a Gabriel en un tenso encuentro lleno de indirectas, convencido de su culpabilidad. Tasio, bajo la guía de Damián, inicia una serie de entrevistas para encontrar al responsable del sabotaje, pero pronto descubrirá que la verdad no es tan sencilla.
Cristina, interrogada por Andrés, se encuentra emocionalmente comprometida. Su vínculo pasado con Gabriel la hace vulnerable. Mientras tanto, Tasiio y Luis notan la creciente hostilidad entre los primos, sin entender del todo el trasfondo. Cristina comienza a atar cabos, y las piezas del rompecabezas empiezan a encajar.
Manuela se encuentra emocionalmente afectada por el conflicto entre Gaspar y Agustín. Claudia la aconseja ser honesta consigo misma y no ocultar sus sentimientos. Damián y Marta analizan los peligros de las decisiones de Pedro, quien planea repartir beneficios solo entre los perfumistas. Joaquín, en esta ocasión, respalda la medida, dividiendo aún más al equipo.
Gabriel, sintiéndose acorralado, acude a María en busca de protección. La relación con Begoña se estanca, pero un pequeño avance en la recuperación de María genera un acercamiento inesperado entre ellos. La esperanza se filtra incluso en los momentos más oscuros. Damián intenta que Digna vea con claridad el peligro que representa Pedro, pero ella permanece leal. A veces, la fidelidad puede ser una forma de prisión.
Gema, preocupada por su hijo Teo, descubre moretones en su cuerpo. Al principio cree que Raúl está detrás, pero pronto intuye que hay algo más serio en juego. Fina, aún desanimada, no logra avanzar con sus fotografías. La frustración se apodera de ella y se plantea abandonar por completo su nuevo sueño.
María, para facilitar el acercamiento entre Gabriel y Begoña, interviene directamente en el obstáculo más evidente: la pequeña Julia. Gabriel, con una hábil estrategia, logra conquistar a la niña, creando una imagen de familia perfecta. A veces, los niños ven con más claridad que los adultos.
Irene, feliz con Damián, empieza a dudar cuando Cristina le pregunta por su padre biológico. Pedro, al verlos juntos, lanza un comentario malicioso que sugiere que Damián sigue interesado en Digna. La sospecha queda sembrada. Andrés, determinado a exponer a Gabriel, allana su habitación y encuentra una pista clave. María, por su parte, empieza a recuperar sensibilidad en las piernas, aunque decide no compartirlo aún. Es un rayo de esperanza que mantiene en silencio.
El enfrentamiento entre Andrés y Gabriel escala hasta llegar a Begoña. La tensión entre ellos pone en jaque todo lo que ella creía saber. Gabriel, además, manipula a Cristina en una conversación dura. Ella lo acusa, él la confunde. El abogado desvía las sospechas hacia Remedios, a quien presenta como la traidora ideal. Su estrategia da resultado: Remedios es detenida en la fábrica, completamente desconcertada.
Gema descubre finalmente que su hijo Teo es víctima de acoso escolar. El niño, en su desesperación, había empezado a robar para pagar a quienes lo maltrataban. Solo Raúl logra ver la verdad, aunque no consigue ayudarlo del todo.
Andrés organiza una encerrona para exponer a Gabriel ante los accionistas, pero el plan fracasa estrepitosamente. Gabriel manipula las pruebas, y Andrés queda en ridículo. Begoña revive el trauma de su relación con Jesús, sintiendo de nuevo el peso del abuso emocional.
Gabriel logra engañar a Tasio con una pista falsa y culpa a Damián del comportamiento de Andrés. Esto desequilibra a todos. Damián, decidido a llegar al fondo del asunto, se reúne con José Gutiérrez, el padre biológico de Cristina, quien parece tener una pieza clave de la verdad.
Así avanza una semana llena de giros dramáticos en Sueños de libertad, donde cada personaje busca desesperadamente su lugar en una realidad incierta. La verdad, el amor, la traición y la esperanza se entrelazan como una fragancia compleja, y solo aquellos que aprendan a reconocer sus notas más profundas lograrán sobrevivir emocionalmente a lo que viene.