En el nuevo capítulo de La Promesa, correspondiente al jueves 15 de mayo, se desarrollan una serie de acontecimientos que marcan giros decisivos en la historia, donde los conflictos familiares, las ambiciones y la lucha por la verdad se entrelazan en un episodio cargado de tensión.

En medio del creciente malestar en el casino, Curro demuestra una vez más su capacidad para leer el entorno y actuar con inteligencia. A pesar del clima hostil, mantiene la calma y, mediante una hábil estrategia, logra que Basilio confiese un dato fundamental: una revelación inesperada que podría cambiar por completo la percepción del atentado que casi termina con su vida. Esta información, lejos de quedarse en sus manos, la comparte de inmediato con Pía, quien se convierte en su aliada para descifrar las implicancias de lo que han descubierto. Juntos, planean cuidadosamente los próximos pasos que podrían conducir a la verdad definitiva sobre el intento de asesinato.

Mientras tanto, Manuel sigue empeñado en avanzar con su proyecto de invención mecánica. Pese a los recientes obstáculos ocasionados por Toño, no está dispuesto a abandonar sus aspiraciones. Pero justo cuando parece estar recuperando el rumbo, una nueva complicación se presenta: una nota anónima le informa de la desaparición de Toño. Esta noticia no solo amenaza con truncar su iniciativa, sino que también desestabiliza al grupo emocionalmente, despertando temores e incertidumbres.

En otro frente, Catalina y Adriano se mantienen firmes en su decisión de estar juntos. La oposición de Leocadia, y la polémica desatada tras descubrirse su boda secreta, no ha hecho mella en su compromiso. La pareja, ahora más fuerte que nunca, reafirma su deseo de formalizar su unión a pesar de los obstáculos sociales y familiares que enfrentan.

Por su parte, Candela se involucra en la difícil tarea de intentar recomponer los lazos entre Simona y su hijo. Sin embargo, su intervención, aunque bien intencionada, tiene un efecto contrario al esperado: el reencuentro solo agrava las tensiones. El dolor no resuelto y las emociones contenidas llevan a un enfrentamiento que deja a Simona aún más dolida y a Toño en una posición cada vez más frágil dentro de la finca.

Uno de los momentos más dramáticos del episodio se produce con Eugenia. Tras haber sufrido una recaída provocada por una droga que Leocadia vertió en su bebida sin que nadie lo advirtiera, la mujer logra reponerse gracias a la intervención oportuna de Emilia, quien calma la situación en el momento más delicado. Pero la recuperación de Eugenia no trae tranquilidad. Por el contrario, Lorenzo, su esposo, ve en su estado una nueva oportunidad para deshacerse de ella. Su intención de internarla nuevamente en el sanatorio es firme, y no duda en plantearlo abiertamente.

Sin embargo, Eugenia ya no es la misma mujer vulnerable de antes. En un gesto de coraje, enfrenta a Lorenzo con una advertencia contundente: no permitirá que vuelvan a encerrarla en ese lugar que representa para ella un infierno. Lo más doloroso para ella es descubrir que quien debería protegerla está dispuesto a colaborar en su reclusión. Esta traición, lejos de doblegarla, le da fuerzas para luchar por su libertad.

Martina, testigo de la situación, queda profundamente impactada al escuchar a su tía relatar el sufrimiento vivido en el sanatorio. La experiencia revive en ella sus propios traumas y le permite ver a Eugenia con otros ojos. Movida por la compasión, pero también por la indignación, Martina recibe una petición inesperada: Eugenia quiere ver a Cruz tras las rejas. Esta solicitud, que a primera vista podría parecer extrema, tiene una profunda carga emocional. Eugenia siente que solo viendo a Cruz en prisión podrá cerrar un capítulo doloroso de su vida.

Martina comprende el peso de esta demanda, pero también sabe que cumplirla sin consultar con el resto de la familia podría tener consecuencias graves. Debe decidir entre su lealtad a Eugenia y la necesidad de mantener la confianza de sus allegados. En este dilema se anticipa un nuevo conflicto, que promete desencadenar más enfrentamientos y posibles traiciones.

Así, este episodio deja en evidencia la fragilidad de las relaciones en La Promesa, donde cada personaje se ve empujado a tomar decisiones difíciles. Curro y Pía avanzan en su investigación mientras la verdad se abre camino lentamente. Manuel enfrenta una amenaza latente que podría frustrar sus aspiraciones. Catalina y Adriano desafían las normas sociales para defender su amor. Simona y Toño reviven heridas profundas, y Eugenia emerge como una figura decidida a recuperar su dignidad, aunque tenga que enfrentarse a su propio marido.

En este nuevo capítulo, La Promesa vuelve a demostrar que el drama, la pasión y la lucha por la justicia se entrelazan en cada rincón de la finca. Eugenia se transforma en símbolo de resistencia frente al abuso, mientras las intrigas continúan creciendo entre los pasillos de una casa donde nada es lo que parece y donde el pasado, inevitablemente, siempre vuelve.