Pelayo se encuentra en un momento delicado mientras trata de proteger a su esposa de un dolor insoportable. A medida que Marta enfrenta la tragedia de la muerte de su hermano Jesús, Pelayo se convierte en su apoyo más cercano, decidendo hacer todo lo posible para evitar que su esposa sufra más de lo necesario. Aunque Marta está pasando por un momento de gran confusión y dolor, Pelayo, en su amor y dedicación, intenta mantenerla a salvo de los sentimientos más desgarradores, tomando decisiones difíciles para protegerla emocionalmente.

Mientras Marta sigue atrapada en el vacío que ha dejado la muerte de Jesús, Pelayo se ve obligado a ser el pilar que la sostiene, aún cuando esto signifique ocultarle ciertas verdades o no permitirle enfrentar la realidad tan rápidamente. Su prioridad es asegurarse de que Marta pueda superar el sufrimiento sin hundirse aún más en el dolor de la pérdida. Este gesto de protección, aunque lleno de buenas intenciones, también refleja las dificultades de tomar decisiones por otro, ya que, al mismo tiempo que la protege, Pelayo podría estar impidiendo que Marta enfrente sus emociones de manera plena.

El amor de Pelayo por Marta es evidente, y su determinación de protegerla es profunda, pero también surgen dudas sobre si sus decisiones serán realmente lo que Marta necesita a largo plazo. La historia de Pelayo y Marta se intensifica mientras él continúa luchando por mantenerla a salvo de la tristeza, pero ¿será este acto de amor lo mejor para ella en el futuro? Este capítulo promete mostrar cómo el dolor puede ser transformado en una lucha por el bienestar de quienes amamos.