Antena 3 ofrece un nuevo episodio de Una nueva vida, la exitosa telenovela turca que sigue conquistando corazones en más de 120 países y que ya ha sido galardonada con 14 premios internacionales. Disponible también en atresplayer antes de su emisión en abierto, esta superproducción se encuentra en un punto clave de la historia: el regreso de Ferit a la mansión y la explosión emocional que desata.
En capítulos anteriores, el joven Ferit, harto del trato humillante que recibía por parte de su abuelo Halis Korhan, tomó una drástica decisión: abandonar la mansión familiar. La llegada inesperada de Nükhet y Kaya no hizo más que acentuar su desconcierto y ahondar en su sensación de desarraigo. Lejos del lujo y el confort de la familia Korhan, Ferit se enfrentó a una realidad mucho más dura: sin dinero y sin apoyo, su única opción era recurrir nuevamente al patriarca.
Aunque su orgullo lo detenía, Ferit terminó por pedirle a su abuelo la parte que le correspondía de la fortuna familiar. Sorprendentemente, Halis no se negó. Al contrario, le aseguró que nunca le faltaría nada, siempre y cuando volviera a casa y se reuniera con el resto de los suyos. El patriarca mantenía su obsesión por la unidad familiar por encima de todo, incluso de las diferencias más profundas.
Así, Ferit decidió regresar a la mansión… pero no lo hizo solo. Su regreso fue una auténtica bomba emocional que dejó sin palabras a los miembros del clan Korhan. Acompañado por la familia de Seyran, su presencia desató una ola de tensión, desconfianza e incomodidad. Para los Korhan, compartir el espacio con los parientes de su nuera era algo impensable, una intromisión en sus códigos familiares y sociales.
El ambiente en la mansión, ya de por sí cargado por el orgullo y las viejas rencillas, se volvió casi irrespirable. Las miradas cruzadas, las palabras a media voz y los gestos de desdén fueron la tónica de la bienvenida. Ferit, sin embargo, se mostró decidido y desafiante. Para él, lo importante era que su familia —la que había formado con Seyran— tuviera un lugar seguro, incluso si eso significaba confrontar a los suyos.
Mientras tanto, Halis pone en marcha un nuevo plan de expansión para el negocio familiar. Obsesionado con mantener el legado de los Korhan en lo más alto, planea abrir una nueva joyería de lujo en un exclusivo hotel. Para ello, encarga a sus nietos —Ferit y su primo— que visiten personalmente el local propuesto.
El viaje, lejos de ser una experiencia profesional, se convierte en una auténtica batalla emocional. Las tensiones entre Ferit y su primo explotan, acumulando reproches, celos y viejos rencores familiares que estaban latentes. Cada conversación es un campo minado, cada silencio un grito contenido.
Pero si algo complica aún más el panorama, es la difícil relación de Ferit y Seyran. Los celos de Ferit, que desde siempre han sido un problema en su matrimonio, vuelven a manifestarse de forma incontrolable. La inseguridad lo consume y cualquier gesto, palabra o mirada de Seyran hacia otros lo desestabiliza por completo. La joven, cansada de estas actitudes, trata de mantener la calma, pero el clima de hostilidad general hace que sea casi imposible encontrar la paz.
En medio de esta tormenta emocional, ocurre algo inesperado: Kaya da a Seyran una noticia que la llena de alegría. Un reconocimiento, un gesto de apoyo o qui