En este capítulo, Marta y Fina enfrentan una propuesta que cambia el rumbo de la trama. Jesús, quien ha estado observando a ambas desde un punto de vista externo, les ofrece una opción que podría alterar completamente sus vidas. La propuesta, aparentemente atractiva al principio, involucra un compromiso que no se alinea con sus deseos de libertad. Jesús les plantea una oportunidad que, aunque podría representar una solución a sus problemas inmediatos, viene con condiciones que las dos rechazan de inmediato. Este rechazo se convierte en un punto clave del capítulo, ya que resalta las diferencias entre lo que buscan en la vida y lo que otros esperan de ellas.
Mientras conversan sobre la oferta de Jesús, Marta y Fina reflexionan sobre las implicaciones de aceptar o rechazar tal propuesta. A pesar de las dificultades que ambas enfrentan, el temor a perder su autonomía y sus sueños personales prevalece. Deciden, finalmente, que ceder a la propuesta de Jesús sería traicionar lo que han luchado por alcanzar: una vida en la que puedan tomar sus propias decisiones sin ataduras. La tensión entre lo seguro y lo incierto se hace más palpable, y el rechazo de la oferta refuerza su determinación por seguir buscando su propio camino, sin depender de los demás.
Este capítulo es crucial para el desarrollo de las protagonistas, ya que marca un momento de crecimiento personal. Rechazar la propuesta de Jesús no solo reafirma sus sueños de libertad, sino que también subraya el conflicto interno de querer ser fieles a sí mismas, sin importar las expectativas ajenas.