Capítulo 320: “María denunció a Begoña solo para hacerle más daño”
En este capítulo lleno de sospechas y revelaciones, Andrés visita a su padre Damián tras recibir el aviso de Tere. Lo que parecía una conversación tranquila rápidamente se transforma en un tenso intercambio sobre la muerte de Jesús y los verdaderos culpables que podrían estar ocultos tras una cortina de mentiras.
Damián revela que fue él quien llamó al sargento Pontón, no al revés. Le compartió su firme convicción de que Pedro Carpena está involucrado en la muerte de Jesús, pero ahora surge una nueva pista inquietante: la denuncia anónima a la Guardia Civil fue hecha por una mujer, no por un hombre como pensaban.
Esto cambia todo. Andrés menciona a María como posible autora de esa llamada y empieza a darle crédito a las sospechas de Begoña, quien siempre creyó que María estaba detrás. Lo más desconcertante es cómo pudo saber que Begoña vio a Jesús la noche de su muerte. Damián sugiere que pudo haberlos escuchado hablar y transmitido la información a Pedro, quien luego la habría manipulado para actuar.
Pero Andrés va más allá. Cree que María no necesitaba ser inducida, que pudo actuar por sí sola, movida por el odio y el deseo de venganza hacia Begoña. Insinúa que la denuncia no fue por justicia, sino para herirla deliberadamente.
La escena cierra con una frase que hiela la sangre:
“No tiene límites, padre”, sentencia Andrés, confirmando que tanto él como Damián ya no confían en María y están convencidos de que hay una oscura motivación detrás de su aparente fragilidad.