En los capítulos de esta semana de ‘Sueños de libertad’, Gema alberga en su corazón una esperanza luminosa: la posibilidad de estar esperando un hijo. Sin embargo, esa luz titubea cuando el Doctor Herrera, con su inquebrantable seriedad, le pide que se someta a unas pruebas médicas para confirmar su estado. Un escalofrío de incertidumbre recorre su cuerpo. Mientras tanto, don Pedro, siempre calculador, ve en Pelayo una pieza clave para sus ambiciones y, con palabras envueltas en promesas, le ofrece su respaldo en su carrera política.

Raúl, torpe en sus comentarios, se disculpa con Fina por sus desafortunadas palabras y, con renovada ilusión, invita a Claudia a una cita. Ella, con los ojos brillantes de emoción, acepta. Pero cuando el momento llega, la duda la asalta, la inseguridad la consume, y decides no acudir. Raúl, plantado y humillado, siente la punzada de un desaire que no está dispuesto a olvidar.La última voluntad de Jesús cambia el destino de muchos. María y Andrés’s son nombrados tutores legales de Julia, un golpe devastador para Begoña, quien siente que la niña le ha sido arrebatada para siempre. María, por su parte, no tarda en hacer valer su nueva posición: ahora controla las acciones de Julia y lo deja claro a las chicas de la tienda. Los De la Reina intentan comprarle esas acciones, pero ella, inflexible, rechaza cualquier oferta.

Pelayo se siente atrapado en ‘Sueños de libertad’

Begoña, incapaz de desligarse de Julia, acude al colegio sin avisar a María. Al descubrirlo, María no duda en marcar su territorio: Julia ya no es su responsabilidad. Pero, en su nueva faceta de madre, reconoce la importancia de Digna, la abuela de la niña. Sabe que en estos tiempos de incertidumbre, la pequeña necesita un ancla firme, alguien que la guíe con amor y experiencia. Pelayo se siente atrapado por la velocidad con la que Darío avanza en su relación. Confuso y asustado, toma una decisión drástica: poner fin al romance. Darío, herido en lo más profundo, busca consuelo en su nueva amiga, Fina. Con el dolor aún latente, le lanza una advertencia: Marta no es lo que aparenta, su ambición es un veneno que puede destruirlo todo.

Begoña quiere ayudar al Doctor Herrera en ‘Sueños de libertad’

Las sospechas de Begoña sobre el Doctor Herrera crecen como una sombra insidiosa. Decidida a descubrir la verdad, le tiende una trampa que confirma sus temores: el médico es un adicto. Enfrentado a su propio abismo, Herrera no puede seguir ocultándolo. Luz, con firmeza, le encara y le exige que deje su profesión. Derrotado, el doctor acepta su destino y recomienda a Luis ponerse en manos de un neurocirujano. Pero Luis, al escuchar la sentencia, siente el gélido aliento del miedo… una operación podría ser su única salvación, o su condena definitiva.