El jueves 10 y viernes 11 de julio, Sueños de libertad entra en una zona de turbulencia emocional donde todos los personajes enfrentan decisiones que los cambiarán para siempre.
Capítulo 347 – Jueves 10 de julio
Begoña, aún conmovida por la historia personal del hombre que la atacó, insiste en retirar la denuncia. Pero Andrés, firme y dolido, no se lo permite. El enfrentamiento entre ellos es intenso, directo, lleno de heridas mal cerradas. Lo que debería unirlos, los separa más. Y es en medio de esa grieta que Gabriel se acerca a Begoña, ofreciéndole comprensión… lo que desata los celos de Andrés.
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Cristina, por su parte, sigue atrapada en su propio torbellino. Irene, intentando protegerla, le suplica que no le diga a Beltrán lo del beso con Gabriel. Piensa que revelar la verdad solo sembrará más dolor. Pero la semilla ya está creciendo, y Cristina no puede escapar de su dilema.
Don Pedro toma una decisión inesperada: contratar a Raúl como mecánico. Cuando el joven pregunta quién lo recomendó, Manuela no duda en decirle la verdad: fue Claudia. Un gesto pequeño, pero que revela un vínculo cada vez más profundo.
En la empresa, la guerra por la propuesta del 25 aniversario sigue encendiendo los ánimos. En medio del fuego cruzado entre los Merino y los De La Reina, María sorprende a todos poniéndose del lado de don Pedro. Esto desata la furia de Damián, quien no tarda en buscar venganza. Su arma: Gabriel. Juntos traman un plan para inhabilitar a María en la junta.
Mientras tanto, Pelayo recibe una noticia que tambalea sus planes políticos: su gran rival será Francisco Cárdenas. Marta, ajena a esa tormenta, le comunica que ha decidido ser madre. En una escena íntima, don Pedro le ofrece su apoyo… y un arma secreta: información confidencial sobre su rival. ¿Usarla o no? Esa será la batalla moral de Pelayo.
Luis, tras hablar con Digna, toma una decisión madura: aplazar la maternidad con Luz, quien finalmente se siente escuchada. El entendimiento parece posible.
El día termina con una imagen poderosa: María cae al suelo… y siente las piernas. Una señal esperanzadora, un posible comienzo de su recuperación física. Pero, ¿será también el inicio de su redención emocional?
Capítulo 348 – Viernes 11 de julio
María se revuelve por dentro. Sabe que ha recuperado a Andrés solo por su enfermedad, pero no puede ignorar lo que ve: él sigue amando a Begoña. Al observar la creciente complicidad entre Begoña y Gabriel, la desconfianza la consume. Sin pudor, le pide al abogado que seduzca a Begoña para así quitarla del camino. Pero Gabriel, para sorpresa de todos, rechaza su propuesta.
Teo hace un descubrimiento que lo deja helado: encuentra las pastillas de Gema para el corazón. Su miedo a perder a otro ser querido lo paraliza. El fantasma de la orfandad vuelve a amenazar su vida.
Mientras tanto, Claudia empieza a reconocer sus sentimientos por Raúl, aunque se niega a aceptar que pueda estar sustituyendo a Mateo. El corazón no siempre espera el permiso de la razón.
Pelayo, enfrentado al dilema de usar la información sucia que le dio Don Pedro sobre su rival, vacila. No quiere traicionar sus principios… pero Damián, siempre frío y calculador, le recuerda que Cárdenas no tendría tanta ética si las tornas se invirtieran.
En el dispensario, Begoña y Luz se abren mutuamente. Hablan de Andrés, de sus dudas sobre la maternidad… y de Sandra Diosdado, la hija del agresor. Juntas, reflexionan sobre cómo ayudarla. Cuando Andrés rechaza la idea de apoyar a Begoña, Luz no duda: le dice que lo olvide para siempre.
Cristina, por su parte, vive un mar de emociones. Aunque el beso con Gabriel la sacudió, Beltrán regresa a la colonia decidido a recuperarla. Pero ella ya no es la misma. El corazón dividido, la mirada confundida, y la sombra de un amor prohibido sobrevolándolo todo.
El capítulo culmina con una jugada inesperada: Gabriel propone a Damián un plan para inhabilitar a María en la junta de la empresa. El tablero se mueve… y nadie está a salvo.