Ramona sospecha que el motivo de la visita de Curro no es el que el muchacho le ha dado, así que le sonsaca la verdad. Al enterarse de que Jana se ha casado con Manuel, Ramona no puede ocultar su desaprobación, advirtiendo a Curro que tuvieron que haberse marchado los dos cuando ella se lo dijo. La mujer está segura de que los Luján son gente sin alma y demasiado peligrosos, pero piensa que quizás ya sea tarde para los dos hermanos.
Por otro lado, y para sorpresa de Curro, la reacción de Ramona es exagerada y hasta violenta cuando le habla de la habitación secreta, echando al chico de su casa sin más explicaciones.
Entretanto, Ana y Ricardo se ponen de acuerdo para hablar con Santos y contarle una versión algo descafeinada de lo que sucedió de verdad entre ellos en el pasado. Lo que no esperan son las consecuencias que esa revelación a medias traerá para el lacayo.

Por otra parte, el padre Samuel sorprende a María Fernández leyendo un libro sobre exorcismos. No obstante, la doncella está muy enfada con él porque cree que no deja de esquivarla, así que se niega a confesarle sus miedos. Con quien sí se confiesa María es con Catalina, a quien admite que cree llevar el demonio dentro.
En cuanto a Ángela, indaga sobre el viaje del Capitán en una conversación con Cruz y Manuel, aunque éstos no le dan apenas información. La hija de Leocadia, además, se une al padre Samuel para trazar un plan que les permita ayudar a los habitantes del refugio. Para ello cuentan también con la ayuda de Simona y Candela, que los ayudarán a recolectar alimentos en tiempos de escasez.
Para plan, el que Cruz se ha inventado para convencer a Martina de que venda su parte de La Promesa. La Marquesa engaña sin escrúpulos a su sobrina, que peca de ingenua y cae en sus redes.