Lejos del bullicio mediático que rodea a su familia, Jana Maradona ha forjado su propio camino en el mundo del maquillaje artístico. Este artículo explora su transición de la abogacía al maquillaje, su vida en Uruguay y cómo ha construido un emprendimiento exitoso en Montevideo.
Jana Maradona, de 28 años, inició sus estudios en abogacía, pero decidió abandonar la carrera para seguir su verdadera pasión: el maquillaje. Esta decisión la llevó a mudarse a Montevideo, Uruguay, donde fundó “Venere Make Up”, una empresa de servicios de maquillaje que ha ganado reconocimiento en el ámbito artístico.
“Somos un equipo de maquilladoras que le dan el toque especial a tu evento, ya sea con artistas o público”, se describe en la cuenta oficial de la marca. El servicio incluye glitter, gemas, tatuajes personalizados y maquillaje flúor, adaptándose a las necesidades de cada cliente y evento.
Este emprendimiento le ha permitido a Jana mantenerse conectada con el mundo artístico. Entre sus clientes se encuentran figuras reconocidas como Jesica Cirio, Flor Vigna y Sabrina Garciarena, quienes han elogiado su profesionalismo y creatividad.
A pesar de su éxito en Uruguay, Jana viaja constantemente a Argentina para atender eventos y compromisos laborales. Su cuenta de Instagram, donde comparte su trabajo y momentos personales, cuenta con más de 300 mil seguidores, lo que refleja el interés y apoyo que ha generado su proyecto.
Recientemente, su aparición en el juicio por la muerte de su padre no solo llamó la atención por su participación, sino también por su cambio de look. Jana lució un color de cabello rojizo intenso y un estilo más minimalista, lo que generó comentarios y especulaciones en los medios.
A pesar de las circunstancias