Petra, la rígida ama de llaves de La Promesa, sucumbe a un impulso de piedad al acoger y proteger en secreto a Alicia, una joven muda y aparentemente indefensa. En un entorno marcado por las apariencias, las intrigas y la ambición, ese único acto de compasión se convierte en el inicio de su ruina. A medida que la conexión emocional entre ambas crece, Petra también se ve atrapada en una conspiración con Leocadia, una mujer manipuladora que la involucra en un plan para tomar el control del palacio. Sin embargo, nada es lo que parece: Alicia revela finalmente que no solo podía hablar, sino que había manipulado a Petra desde el principio para robar y aprovecharse de su protección. Petra queda encerrada y humillada, víctima de su propio corazón y de la red de secretos que tejió en torno a su gesto de bondad. El escándalo no tarda en explotar y todo por lo que Petra había luchado se desmorona. La piedad, en este mundo, es un lujo peligroso.