De aquí a un tiempo, las series diarias han vivido una revalorización más que notable. Desde la irrupción del ya mítico Amar en tiempos revueltos, que afianzó el concepto de serial en nuestro país, hasta títulos como El secreto de Puente Viejo o La Promesa se han consolidado en las cadenas generalistas. De hecho, la ficción más vista de la televisión española es una diaria: Sueños de libertad.
Sueños de libertad ha supuesto una innovación más en la tira diaria, al contar con una buena cantidad de secuencias rodadas en exteriores. Tanto a nivel visual como de decorados, el melodrama creado por Beatriz Duque y Verónica Viñé se ha erigido como una demostración de cuidado técnico y narrativo.
“Es una de las particularidades de Sueños de libertad. Cuando nos hicieron este encargo y toca comenzar un proyecto, siempre intentamos innovar. Teníamos claro que debía diferenciarse de las otras”, explica Joan Noguera en una entrevista concedida a BLUPER, durante una visita al rodaje de la ficción de Diagonal TV.
“Tenemos la suerte de trabajar en un oficio en el que cada jornada es distinta. No fabricamos tornillos, sino que trabajamos con las emociones. En este caso, teníamos intención de dar un salto cualitativo en lo referente a la producción, como con los decorados. Vimos claro que había que hacer más exteriores, para darle veracidad a la serie. Eso nos colocaba en otro sitio”, argumenta.
Noguera pone en valor el alto nivel de calidad que existe en las series diarias actuales que se ven en las televisiones generalistas, como Valle Salvaje o la mentada La Promesa. “Todas son magníficas”, recalca el director, quien considera que Sueños de libertad tiene “un hecho diferenciador” en lo referente a la unidad de exteriores.
La actriz Roser Tapias, María Duque en ‘Sueños de libertad’, graba una secuencia. Manuel Fiestas
“Lo conseguimos con muchísimo esfuerzo y optimizando al máximo los presupuestos. Nos gusta que haya tantos exteriores. Nuestra joya de la corona es la colonia, que está en Toledo. Fue lo que hizo que quisiésemos que la trama se ambientara en esta localidad. Son exteriores preciosos y es maravilloso ver lucirse a Toledo”, detalla.
Sueños de libertad cuenta con tres unidades de rodaje, dos de ellas son en plató y la tercera es el mentado exterior. En las dos que se realizan en set, se busca que sean lo más complementarias posible.
“Vimos claro que había que hacer más exteriores, para darle veracidad a la serie. Eso nos colocaba en otro sitio”
“Tenemos localizaciones fijas y otras que nos las pide el guion y que son las que nos ayudan a crear las tramas y a la dramatización. Si sólo hubiera un plató, estaríamos muy encasillados, incluso en el desarrollo de las historias, pues estaríamos limitados por los decorados, que serían los mismos”, expone.
“De ahí que sean tan importantes los exteriores, nos permiten jugar más, especialmente con las tramas”, remarca Noguera. “Esto se nota más que en las diarias, porque son producciones vivas. No es una serie de emisión semanal de 8 o 12 episodios, tampoco es un largometraje”, desvela Joan.
“Tenemos 25 actores y, si pasa algo con alguno, toca cambiar las tramas. De ahí, que la historia y la serie en sí esté muy viva. Eso es maravilloso, porque van evolucionando conforme se van produciendo. Aunque pueda verse como un hándicap, los exteriores han hecho que tengamos un salto cualitativo y eso lo están notando los espectadores”, remarca.
Ana Labordeta es Irene Carpena en ‘Sueños de libertad’. Manuel Fiestas
Actualmente, nadie diría que la apuesta por Sueños de libertad fue un movimiento arriesgado por parte de Antena 3. La ficción tenía el reto de recoger el testigo de Amar es para siempre, que se despedía tras 11 años de emisión y suceder a la mítica Amar en tiempos revueltos, ofrecida por TVE entre 2005 y 2012.
“Y siempre superando el millón. Hemos logrado consolidarnos y la competencia no es sencilla. Cuando miramos el ranking de programas más vistos del día, estamos entre los puestos 5 y 7, eso nos enseña mucho. Pero sí, nunca hubiéramos pensado que estaríamos en esta senda. Sentimos que tenemos mucha responsabilidad por sustituir Amar es para siempre. Las sensaciones que tenemos son de profundo agradecimiento”, acepta.
“Siempre superamos el millón de espectadores. Hemos logrado consolidarnos y la competencia no es sencilla”
Sobre la calidad técnica, Noguera también hace énfasis en la manera de rodar en los interiores. “Antiguamente, las series diarias tenían la cuarta pared, donde jugaban las cámaras y el equipo técnico. En Sueños de libertad, tenemos esa cuarta cámara y contamos con secuencias con encuadres cerrados”, revela.
“En la casa de los De la Reina, puedes ir desde el despacho hasta el distribuidor o hasta la galería, así como hasta la cocina y mostrar todo ese movimiento. No hay trampa, dado que es una casa, nos permite secuencias en las que los personajes se muevan de manera natural”, comparte.
Pelayo (Alejandro Albarracín) y Marta (Marta Belmonte), durante una conversación. Manuel Fiestas
“Es una casa con todas sus paredes y alturas. Es un tipo de construcción que se suele hacer más para el prime time, que se produzca para una ficción diaria indica que estas producciones están evolucionando”, argumenta el director de la serie.
Tres unidades de rodaje
Sobre las tres unidades, Noguera destapa cómo llega a haber tres grabaciones al mismo tiempo y paralelas. “Esto puede suceder dos días a la semana. Requiere de una gran complejidad para sacar las órdenes de trabajo”.
“Es importante que los actores no se repitan en las secuencias. Por eso, toca hacer un estudio de cómo desarrollar la serie, de cómo guionizarla y ponerla en escaleta para que los personajes se distribuyan. En ese sentido, mi más sincero agradecimiento a Mario, nuestro ayudante de dirección, que junto con su equipo hace este laborioso trabajo”.
“Es importante que los actores no se repitan en las secuencias. Ahí toca hacer un estudio de cómo desarrollar la serie, cómo guionizarla”
Sueños de libertad busca evitar “la repetición”, lo que implica que sus seguidores corran el riesgo de perderse detalles si optan por visionarla de una manera no diaria. “Es un trabajo minucioso del equipo de guion. En esto, hemos querido ser insistentes. Es otra manera de innovar”.
Fundamental también el trabajo de guion de la serie que protagonizan Natalia Sánchez, Dani Tatay y Oriol Tarrasón. “Contamos todo muy rápido, hacemos que el espectador no quiera perderse nada. Llegamos a unos límites, que nosotros mismos nos sorprendemos. Lo mismo sucede con los exteriores. Todo está enlazado, porque el vestuario, la fotografía y, por supuesto, el reparto busca ser lo mejor”, declara.
Natalia Sánchez, Begoña Montes en ‘Sueños de libertad’. Manuel Fiestas
“Desde el inicio, hemos intentado ofrecer calidad bajo un compendio de cosas y creo que lo hemos conseguido”, valora Noguera. “Luchamos cada día para sacar este proyecto adelante, con mucho ahínco y entusiasmo”.
Así se organiza el equipo de guion
Y esa búsqueda de calidad y cohesión, es donde se ve el gran trabajo en equipo que es Sueños de libertad. “Cada departamento tiene su propio jefe de equipo. Soy también director ejecutivo y luego hay seis directores que son los que graban. Los guiones nos llegan ya numerados y cada director se hace responsable de una cantidad concreta”.
“Conforme van llegando la escaleta y los diálogos, nos organizamos. Una vez los directores y los guionistas se organizan, toca llevar el trabajo a plató, donde hay reunión previa con los jefes de maquillaje, peluquería, vestuario y arte para ver cómo enfocar esa parte técnica”, comenta Noguera.
Noguera también apunta a cómo la consolidación del formato serial ha provocado que el estilo de telenovela propio de producciones iberoamericanas o de melodramas portugueses, turcos o japoneses no termine de cuajar en la producción española actual.
“En España no se trabaja así. Aquí, las diarias sobreviven y viven por la audiencia. Si fuera para una plataforma [como el caso de Regreso a Las Sabinas] sería diferente. Ahora justo se están comenzando a producir este tipo de producciones para el streaming. Pero en el abierto, las diarias están vivas, porque no tienen un final definido. Es el público y su fidelidad los que deciden cuando acaba”, concluye el entrevistado.