Los próximos capítulos de “La Promesa” se presentan cargados de retos para los protagonistas de la serie. Mientras Curro parece a punto de dar caza a Lorenzo, Leocadia intenta hacerse con el control de la empresa de Manuel y la familia Luján se enfrenta a una gran amenaza.

Esta semana contaremos con 5 nuevos capítulos, que llegarán a las tardes de La 1 en su horario habitual tras la emisión de “Valle Salvaje”. De momento, los espectadores pueden disfrutar de esta estabilidad, que en principio sólo se verá interrumpida por el festivo nacional del 15 de agosto. Eso sí, el 23 de agosto comenzará La Vuelta y los horarios de TVE podrían volver a trastocarse.

Si quieres recordar algunos de los mejores momentos de los últimos episodios, no te pierdas el resumen semanal de los capítulos 638 al 641, con el emocionante vuelo de Manuel y Enora y el tenso enfrentamiento entre Curro y el capitán de la Mata.

Sigue leyendo para ponerte al día con algunos de los temas más comentados de “La Promesa” que evolucionarán de forma sorprendente en los capítulos de esta semana.

Toda la provincia en contra de los Luján

Ya sabemos que los cambios propuestos por Catalina y Adriano, que buscan una forma más justa de gestionar la finca y una mayor compensación para los trabajadores, han causado un gran conflicto con los terratenientes de la zona.

El barón de Valladares no estaba dispuesto a dejar que los cambios de La Promesa perjudicasen sus propios intereses, por lo que se enzarzó en fuertes discusiones con la hija del marqués. Todo quedó a un lado, sin embargo, cuando Catalina tuvo que priorizar algo mucho más importante: la salud de su hija Rafaela.

Parecía que ningún médico de la zona estaba disponible para acudir a tratarla, pero finalmente la pequeña pudo salir adelante gracias al coraje de Simona, que llamó al doctor Guillén.

Todos sospechaban que el barón tenía algo que ver en esto, y tras enfrentarse a él, Catalina ha podido confirmarlo. El terrateniente no se muestra arrepentido, sino que alude a su derecho de defender sus intereses.

Esta semana veremos cómo el conflicto va aumentando cada vez más: Catalina quiere que el barón pague por lo que ha hecho, pero ahora él ha vuelto más contundente que nunca, y les presenta una lista con el nombre de todos los nobles de la provincia que apoyan su causa. Martina considera que la situación es ya demasiado grave y deben acudir a Alonso, pero Catalina insiste en no ceder ante las amenazas.

El problema es ahora tan grande que incluso Adriano ha empezado a cuestionar las decisiones de su mujer, considerando que quizá deberían dar un paso atrás por el bien de su familia. Catalina, en respuesta, amenaza con abandonar La Promesa junto a sus hijos, lo que provoca que Adriano tome una decisión drástica.

¿Hasta dónde llegará Catalina por defender sus ideales? ¿Será este un punto de no retorno para la hija de Alonso?

Lope pierde su puesto de cocinero

Desde su llegada, Cristóbal Ballesteros ha asumido sus responsabilidades como mayordomo jefe con una severidad implacable. Tras haber degradado a Ricardo a ayuda de cámara y haber reforzado el protocolo para todos sus empleados, ahora ha puesto a Lope en su punto de mira.

Aludiendo a una falta de lacayos en La Promesa y a que, según su criterio, la presencia de Lope en la cocina no es indispensable, ha decidido degradarle al puesto de lacayo, para sorpresa de todos.

Lope tiene claro que su lugar está en las cocinas, pero Cristóbal se mantiene firme en su decisión. Simona y Candela intentarán disuadirle, e incluso Catalina hablará con el mayordomo para defender el puesto de Lope, pero finalmente la decisión será definitiva.

Ante las quejas de Lope, Cristóbal le pondrá entre la espada y la pared con una decisión imposible: o asume su nuevo puesto, o tendrá que marcharse de La Promesa. Lope no es capaz de dejar atrás a Vera y su vida en el palacio, por lo que deberá acostumbrarse a sus nuevas funciones, pero no le resultará nada fácil.

La verdad comienza a abrirse paso y la desgracia se cierne sobre La Promesa

Dos frentes cambiarán el rumbo de todos los personajes esta semana. Por un lado, el secreto que Pía ha intentado ocultar durante tanto tiempo termina por salir a la luz. El regreso de Santos ha provocado que la presión termine por explotar y Pía confiesa a Ricardo que fue amenazada por su hijo, abriendo una nueva grieta en la relación entre padre e hijo.

Mientras tanto, Curro se atreve a dar un importante paso en la investigación de Lorenzo. Tras muchas sospechas, le revela a Ángela que la muerte de Jana no fue un acto de Cruz, como todos creían, sino que hay indicios de que el capitán de la Mata la envenenó después de dispararle. Esta verdad saca a la luz un hilo mucho más oscuro: documentos que apuntan a que Lorenzo está involucrado en un turbio negocio de tráfico de armas.

Decidida a acabar con él, Ángela quiere entregar esas pruebas al general, aunque Curro intenta convencerla de que esa decisión podría costarles caro. La muchacha desaparece, decidida a actuar, y Curro se lanza a buscarla desesperadamente antes de que sea demasiado tarde.

En paralelo a estas tramas, el ambiente en La Promesa se enrarece. Aunque cada uno lo atribuye a cosas distintas, hay una sensación extraña, como si se avecinara algo grave. Y entonces llega el detonante: Alonso recibe un paquete inesperado enviado por Cruz, un retrato al óleo pintado por un reputado artista de la Corte. Tras ese cuadro hay un secreto que amenaza con alterar los cimientos de la familia, un peligro que está a punto de estallar.

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