En el capítulo más reciente de La Promesa, las ambiciones políticas y los planes personales se entrelazan en un momento decisivo que marcará el rumbo de varias vidas. La conversación comienza con una afirmación de aparente normalidad: el plan de viajar a Londres sigue en marcha. Sin embargo, detrás de esa afirmación se ocultan tensiones y aspiraciones.

Uno de los personajes principales, determinado a conseguir un alto cargo gubernamental, revela que no está dispuesto a dejarse vencer por la amenaza que representa Francisco Cárdenas, su competidor directo. Aunque admite que Cárdenas cuenta con más apoyos, él asegura tener los “mejores” —una señal de que se está gestando una estrategia para eliminar la competencia y tomar el poder.

Pero no todo gira en torno a la política. Uno de los miembros del trío protagonista interviene con una voz de calma y compromiso: el acuerdo familiar que los une seguirá firme, sin importar el resultado de las elecciones internas. Su deseo de formar una familia sigue intacto, con o sin título oficial. En ese sentido, les comparte una noticia que cambiará sus vidas para siempre:
La clínica de Londres ya los espera la semana próxima para el procedimiento médico que están esperando desde hace tiempo, probablemente una fecundación asistida. Este paso adelante les llena de ilusión, aunque también de nervios. Marta, una de las mujeres implicadas, se muestra abrumada por lo inminente del proceso, pero él le recuerda que ese cambio es algo deseado y planeado entre todos. Aunque el procedimiento pueda traerle visibilidad como político progresista, lo más importante, afirma, es que traerá alegría a sus vidas.

En medio de los preparativos, él promete encargarse de todo el viaje: logística, alojamiento, cuidados. Marta solo debe descansar y disfrutar del proceso. Todo parece estar en su sitio, pero la escena final deja entrever un matiz de tristeza:
Marta, a solas con su pareja, confiesa que le entristece que él no pueda acompañarlas a Londres. Su ausencia en ese momento tan crucial le pesa, aunque entiende las razones. Él, sin embargo, la consuela con palabras llenas de ternura:
“Puede que no esté en ese viaje, pero estaré con vosotros el resto de nuestras vidas.”
Y concluye con una promesa firme: serán una familia poco convencional, sí, pero llena de amor.

Este episodio muestra cómo, en La Promesa, los personajes luchan por sus sueños en varios frentes al mismo tiempo: en el plano público, persiguen el poder; en lo privado, buscan construir una familia basada en el afecto, la comprensión y la esperanza. Pero también deja claro que los caminos hacia esos objetivos están llenos de decisiones difíciles, sacrificios y emociones encontradas.

Todo está listo para Londres. El futuro político es incierto. Pero el deseo de formar un hogar y traer una nueva vida al mundo parece más fuerte que nunca. ¿Podrán cumplirlo sin que la ambición lo arruine todo? Pronto lo sabremos.