‘Sueños de libertad’ emite entre el lunes 4 de agosto y el viernes 8 de agosto cinco nuevos capítulos (364, 365, 366, 367 y 368) que no te dejarán pestañear.
Andrés cada vez tiene más certezas sobre el doble juego de Gabriel confirmando que se trata de alguien muy peligroso, además:
- Don Pedro recibe un diagnóstico devastador
- Pelayo tiene una oportunidad para Fina
- Irene duda de Damián
- Begoña teme que la historia con Jesús se repita con Andrés y Gabriel
- María y Gabriel tienen otro acercamiento
Avance del capítulo 364 de ‘Sueños de libertad’ (lunes, 4 de agosto)
Andrés presencia una escena entre Gabriel y Begoña que lo deja profundamente herido, y promete desenmascarar a su primo, el lunes en ‘Sueños de libertad’.
María se asusta al descubrir que Gabriel es el responsable del sabotaje relacionado con el perfume de Cobeaga. Sin embargo, lejos de ocultarlo, él presume de sus actos y le adelanta sus próximos movimientos. María comienza a temerlo al comprender hasta dónde está dispuesto a llegar.

Digna sigue inquieta por el delicado estado de salud de Pedro, temiendo que la situación de la empresa termine por afectarlo aún más. Le propone dar un paso al lado y cumplir su promesa de ceder la dirección a Joaquín, pero Pedro parece tener otros planes muy distintos.
María exige a Gabriel que haga oficial su relación con Begoña. Quiere que el abogado dé un paso más para que tanto ella como Andrés entiendan que ya no hay vuelta atrás.
La relación entre Irene y Cristina se fortalece. Hablan abiertamente sobre su padre y sobre su nueva posición en la empresa como “sobrina” del director. Pero ese nuevo estatus se convierte en un problema cuando Luis se opone a que Cristina reciba un 5% de los beneficios del perfume, abriendo una nueva brecha entre ellos.
Fina recibe su primera crítica como fotógrafa por parte de una madre del colegio de Teo. Dolida, empieza a creer que no tiene talento y se plantea abandonar. Carmen y Claudia intentan hacerle ver lo contrario y que no debe rendirse.
Gabriel, decidido a cumplir lo que María le pidió, invita a Begoña a una fiesta en el Casino de Toledo. Pero ella duda: ¿está lista para presentarse públicamente con él ante la alta sociedad toledana?
Gaspar se enfrenta a Don Agustín, a quien acusa de haber generado inseguridades en Manuela sobre su relación. El tabernero le deja claro cuál sería la única “solución” para arreglarlo.
Begoña le pide a Gabriel que ayude legalmente a una de las empleadas de la fábrica, y él acepta encantado de seguir ganándose su confianza. Andrés presencia esa complicidad entre ambos y su rabia hacia el abogado no deja de crecer.
Don Pedro está a punto de tomar una decisión unilateral que podría comprometer las finanzas de la empresa. Al mismo tiempo, Marta comunica avances en el caso del espionaje: el robo de información no se produjo en el taller de Cobeaga, lo que obliga a redirigir las sospechas hacia la propia fábrica.
Andrés y Gabriel protagonizan un encuentro cargado de tensión. Intercambian indirectas sobre el sabotaje, pero Andrés lo tiene cada vez más claro: está convencido de que su primo es el culpable.