En este emocionante capítulo, la tensión entre los personajes alcanza un nuevo nivel cuando Marta enfrenta una difícil realidad: Pelayo aún guarda sentimientos profundos por alguien de su pasado. Aunque ha intentado seguir adelante, las emociones siguen latentes, y la advertencia de Fina resuena fuertemente en su mente. Fina, preocupada por el futuro de Pelayo, le lanza una dura pero sincera reflexión, instándolo a no dejar escapar la oportunidad de luchar por lo que aún siente. Le recuerda que el amor verdadero no se puede ignorar ni dejar ir tan fácilmente.
A lo largo del episodio, Marta se ve atrapada entre sus propios deseos y el dolor de ver a Pelayo luchar con sus emociones. Mientras tanto, Fina trata de ser un apoyo clave para él, aunque sus propias inseguridades también salen a la luz. Las conversaciones entre los personajes están cargadas de tensión, ya que todos se enfrentan a sus propios sentimientos de pérdida, amor no correspondido y arrepentimiento.
Este capítulo pone en juego el destino de varias relaciones, destacando cómo las decisiones personales pueden tener consecuencias devastadoras. Pelayo, atrapado entre el pasado y el presente, deberá tomar una decisión crucial que podría cambiar el curso de su vida. La lucha interna entre seguir adelante o luchar por lo que aún siente por esa persona especial se convierte en el tema central, dejando a los espectadores con la incógnita de qué camino tomará al final.