Damián no puede ocultar sus celos al ver a Digna con Pedro, y mucho menos al notar el vínculo que su nieta Julia está formando con él. La conversación entre Damián y Digna ocurre en un ambiente tenso, cuando ella llega de manera inesperada. Él la recibe con amabilidad y le ofrece un café, pero ella lo rechaza y le cuenta que Julia ya está en la escuela, que descansó bien y que disfrutó de su celebración de cumpleaños.
Digna le agradece porque, gracias a Julia, todos pasaron un buen momento. Damián, aunque feliz por la niña, no puede evitar mostrar su incomodidad. Digna entonces le pregunta por qué cambió de opinión respecto a una decisión que inicialmente había rechazado cuando Joaquín se lo pidió. Él admite que al final entendió que su nieta necesita momentos felices después de todo lo que ha pasado.
Pero el tema de Pedro sale a la luz. Digna supone que la razón del rechazo inicial de Damián fue porque no quería que Julia pasara tiempo con Pedro, y él lo confirma. Le duele verlo con la niña, pero aún más ver a Digna a su lado. Confiesa que, después de la fiesta, no pudo dejar de pensar en la situación y que la angustia lo consumió. Finalmente, admite que su reacción puede parecer inmadura, pero el dolor de saber que Digna ya no siente nada por él es algo que no puede evitar.