En una conversación íntima y reveladora, Marta decide abrir su corazón ante Begoña para contarle una decisión trascendental en su vida personal. Begoña, con su habitual cercanía, le ofrece total libertad para expresarse. Marta entonces le confiesa que ha tomado la decisión de tener un hijo con Pelayo. La noticia toma por sorpresa a Begoña, quien inmediatamente pregunta por Fina, preocupada por cómo encaja ella en todo esto.
Marta le aclara que Fina no solo está al tanto, sino que tendrá un papel activo en la crianza del futuro bebé, al igual que Digna lo tuvo con ella en su infancia. Fina, asegura Marta, será parte de esa familia que están construyendo. Aun así, Begoña quiere profundizar más: ¿está Fina realmente de acuerdo? ¿No le afectará emocionalmente que el hijo sea biológicamente de Marta y Pelayo?
Marta responde con calma. Explica que intentaron concebir de manera natural, pero no fue posible. Por ello, han optado por recurrir a un tratamiento médico que le permitirá quedarse embarazada sin tener que mantener relaciones sexuales con Pelayo. Esto tranquiliza a Begoña, aunque aún se muestra algo desconcertada por lo novedoso del procedimiento. Comenta que ha oído hablar de esa técnica, pero que le parece algo poco accesible. Marta confirma que en su país aún no es viable legalmente, por lo que ella y Pelayo viajarán a Londres para realizarlo.
Agradecida por la confianza, Begoña le pregunta cómo se siente al respecto. Marta no lo oculta: está llena de emociones. Siente incertidumbre, claro, pero también una profunda esperanza. Destaca que no se hubiera atrevido a dar este paso sin la certeza de que Fina estuviera completamente incluida desde el principio.
Finalmente, Begoña expresa una última inquietud: ¿qué opina Pelayo de todo esto? ¿No tiene algo más que decir? Marta responde sin dudar. Le explica que su matrimonio con Pelayo no es una unión basada en el amor romántico, sino en la complicidad, el respeto y la conveniencia. Ambos provienen de familias importantes, y su relación ha funcionado siempre desde la comprensión mutua. No hay lugar para los celos ni para las imposiciones. Marta subraya que Pelayo respeta profundamente su vínculo con Fina, que sabe que su relación es sólida, leal e inquebrantable. Y por eso, no pondrá ninguna traba.