En el capítulo 608 de La Promesa, que se emitirá el martes 3 de junio, los secretos, las tensiones familiares y los actos inesperados provocarán un auténtico terremoto emocional en el palacio. Lo que comienza como una jornada aparentemente normal pronto se convierte en una pesadilla para Catalina y los suyos.
El episodio arranca con un enfrentamiento que marca el tono de la jornada: María Fernández, impulsada por su convicción y un creciente resentimiento, acusa públicamente a Petra Arcos de ser la responsable de la excomunión del padre Samuel. Petra, fiel a su estilo calculador, niega categóricamente cualquier implicación ante los presentes. La tensión entre ambas alcanza un punto sin retorno cuando el sacerdote, lejos de apoyar a María, se posiciona del lado de Petra, reafirmando su inocencia y provocando una brecha dolorosa entre él y la joven doncella. La lealtad de María hacia él se transforma en decepción y rabia, pero también en determinación. No está dispuesta a abandonar la verdad, cueste lo que cueste.
Mientras tanto, la decisión de Emilia de prolongar su estancia en la finca genera una reacción positiva en Rómulo. El mayordomo, siempre tan reservado y disciplinado, experimenta una mezcla de alivio y esperanza. Emilia, con su presencia serena y su profesionalidad impecable, se ha convertido en alguien importante para él. La posibilidad de tener más tiempo para resolver los sentimientos que comienzan a aflorar entre ellos supone un respiro en medio del caos.
En otro rincón del palacio, Martina, cada vez más desconfiada de Jacobo, decide confrontarlo. Las sombras del pasado de don Lisandro, su difunto padre, planean sobre él, y Martina teme que Jacobo esté implicado en negocios turbios o que haya heredado más que su apellido. Aunque él niega con firmeza cualquier relación con esas actividades, entre ambos se instala un clima de sospecha que amenaza con fracturar del todo su vínculo.
Por su parte, Pía hace una revelación que podría dar un giro radical a una de las tramas más dolorosas de la serie. Le confiesa a Curro haber encontrado una pista clave relacionada con la muerte de su hermana Jana. Se trata de un hallazgo que podría, por fin, conducirlos a descubrir el origen del veneno que acabó con la joven. Esta revelación, aún incompleta, reaviva las esperanzas de justicia.
Pero la verdadera conmoción llega cuando Catalina encuentra a su tía Eugenia completamente sola con los mellizos. La imagen la alarma profundamente, pues conoce el estado mental inestable de Eugenia. Movida por el temor, le pide a Curro que mantenga a su madre alejada de los pequeños, al menos hasta asegurarse de que no representa un riesgo. Curro, atrapado entre el afecto hacia su madre y la lógica preocupación por los niños, intenta calmar la situación y tranquilizar a Eugenia. Leocadia, con su actitud intrigante, no facilita nada, y la tensión en la casa no deja de crecer.
Las sospechas de Catalina se ven tristemente justificadas cuando ella y Alonso, al entrar en la habitación de los recién nacidos, descubren una escena aterradora: el pequeño Andrés ha desaparecido de su cuna. La noticia desata el pánico absoluto. No hay duda: Eugenia se ha llevado al hijo de Catalina, y nadie sabe con certeza dónde está ni en qué estado se encuentra. La angustia se apodera de todos los habitantes de La Promesa, mientras comienza una búsqueda desesperada.
A todo esto se suma un obstáculo inesperado: Alonso comunica a Catalina que el padre Samuel no podrá oficiar el bautizo de los mellizos, ya que su excomunión es prácticamente un hecho. Este golpe, simbólico pero devastador, representa el colapso de uno de los pocos momentos de alegría que la familia tenía planeado.
Este episodio promete ser uno de los más intensos y determinantes de la temporada. El secuestro del pequeño Andrés por parte de Eugenia marca un antes y un después para todos los personajes, sobre todo para Catalina, que deberá enfrentarse no solo a la angustia de la pérdida, sino también a las implicaciones emocionales y familiares de lo sucedido. ¿Podrán encontrar al niño sano y salvo? ¿Hasta dónde llegará Eugenia en su desesperación? ¿Y qué consecuencias traerán los secretos que empiezan a revelarse?
El capítulo 608 de La Promesa no es solo un avance más: es una sacudida emocional, una red de verdades ocultas y decisiones extremas que dejarán huella en cada uno de los personajes. Prepárate para una jornada cargada de tensión, lágrimas y revelaciones que cambiarán el rumbo de la historia.
