La tensión en La Promesa alcanza su punto más alto con una serie de eventos que cambiarán el destino de los Luján para siempre. Mientras Doña Cruz intenta mantener el control de la situación, el destino parece jugar en su contra. Pero lo que nadie esperaba es que Jana Expósito podría convertirse en la única esperanza para salvar la fortuna de la familia.
Leocadia de Figueroa ha dado un golpe maestro que deja a la marquesa en una posición humillante. Tras la súplica de Doña Cruz para enterrar el hacha de guerra, Leocadia no solo rechaza la propuesta, sino que lo hace con una frialdad que deja a la marquesa completamente expuesta. Cruz, acostumbrada a manejar los hilos del poder, se ve acorralada y sin salida. Su orgullo ha sido herido, pero lo que viene a continuación será aún peor para ella.
El verdadero giro inesperado llega cuando Jana recibe noticias sorprendentes: una inesperada herencia cae en sus manos, lo que la convierte en una pieza clave para el futuro del palacio de los Luján. Hasta ahora, Cruz había subestimado a Jana, viéndola solo como una sirvienta sin importancia. Pero el destino le tenía preparada una lección amarga: ahora, la mujer a la que despreciaba podría ser su única salvación.
Esta situación obliga a Doña Cruz a tomar una decisión que jamás imaginó. ¿Aceptará la ayuda de Jana, tragándose su orgullo, o preferirá ver cómo su mundo se derrumba? Por primera vez, la marquesa se enfrenta a un dilema donde su poder y manipulación no le servirán de nada.
Por otro lado, la relación entre Jana y Manuel sigue avanzando, y la marquesa no puede hacer nada para impedirlo. Desde que lograron casarse, los intentos de Cruz por separar a la pareja han sido en vano, y cada día parece que pierde más el control sobre la familia. La presión aumenta, y su desesperación la lleva a cometer errores que podrían costarle caro.
Con la llegada de Doña Leocadia al palacio, las tramas diarias han dado un giro emocionante. Su presencia ha avivado las llamas de la venganza y el resentimiento, haciendo que la caída de Doña Cruz sea aún más espectacular. Y ahora, con la nueva herencia de Jana en juego, la pregunta es inevitable: ¿cómo reaccionará la marquesa cuando se dé cuenta de que su destino está en manos de la mujer que más desprecia?