En este impactante giro de los acontecimientos, la muerte de Jana parece ser solo el comienzo de una serie de revelaciones ocultas. Tras su funeral, Manuel comienza a sospechar que hay algo extraño detrás de la trágica muerte de su esposa. La inquietud lo consume, pues descubre detalles inconsistentes que lo hacen cuestionar la versión oficial. Pía, la fiel ama de llaves, comparte estas sospechas y se embarca en una investigación secreta. Mientras tanto, Leocadia, la poderosa matriarca, sigue moviendo sus piezas en las sombras para mantener su control sobre la familia.
La verdad comienza a desmoronarse cuando, en una exhumación clandestina, descubren que el ataúd de Jana está vacío. Esto hace pensar que la joven mujer no murió realmente, sino que su muerte fue simulada. A través de una serie de pistas ocultas, Pía y Curro logran averiguar que Jana había sobrevivido al disparo de Leocadia y había sido escondida en un lugar secreto, esperando el momento adecuado para regresar.
Finalmente, Jana emerge de las sombras, dispuesta a enfrentarse a su agresora. La revelación es impactante: Leocadia había intentado matarla porque temía que Jana supiera algo que podría destruirla. A través de la confrontación, Jana destapa una conspiración que involucra a su propio padre y a figuras poderosas relacionadas con oscuros crímenes de guerra.
La historia llega a un clímax de justicia y venganza, cuando Jana finalmente regresa a su hogar, trayendo consigo la verdad que había sido enterrada. Leocadia, derrotada, es confrontada por su propio destino, mientras que la familia de Jana puede finalmente sanar de las heridas del pasado.