Un atardecer de fuego marca el comienzo del fin para Leocadia en La Promesa. Después de años de humillaciones y manipulaciones, Curro, herido por una amenaza contra la memoria de Eugenia, decide enfrentarse a Leocadia sin miedo. Lo que empieza como un choque silencioso se convierte en un acto definitivo cuando, en una conversación crucial con Alonso, le revela toda la verdad. El marqués, conmovido por el coraje del joven y por su fidelidad, reconoce públicamente que Curro es su hijo y lo restituye como Luján, quitándole así cualquier poder a su enemiga.

Leocadia, creyendo tener la victoria en sus manos, es tomada por sorpresa cuando Alonso la expulsa sin contemplaciones del palacio, acusándola de chantaje, crueldad y de usar a Ángela como instrumento de su control. En un giro inesperado, su castillo de mentiras se derrumba en público.

Mientras tanto, una figura misteriosa es descubierta saboteando el taller de Manuel y Toño, y la sorpresa de su identidad promete nuevos conflictos. Pero en el corazón del palacio, Curro ya no es un simple sirviente: es un Luján. Y su determinación ha comenzado a cambiar el rumbo de todos.

El juego de poder ha dado un vuelco, y lo que parecía un final puede ser solo el inicio de un nuevo destino.