En un giro dramático que sacude los cimientos de La Promesa, Manuel se entera de una verdad que cambia todo: Jana está viva. La inesperada llegada de Doña Leonor, su tía, revela una compleja red de conspiración tejida por miembros de la nobleza para silenciar un secreto devastador. Entre túneles ocultos, joyerías discretas y manipulaciones impensables, sale a la luz que la supuesta muerte de Jana fue un montaje.
Mientras Curro, Lope y Manuel siguen pistas desesperadamente para encontrarla, se descubren traiciones, redenciones y alianzas inesperadas (como la de una transformada Petra). Doña Cruz, quien parecía la villana, confiesa haber sido chantajeada para proteger a su familia. Con la ayuda de Toño —quien nunca traicionó, sino que fue testigo del traslado de Jana— los amigos logran infiltrarse en un pabellón de caza donde la joven está retenida.
El rescate es tenso, con enfrentamientos y la llegada de refuerzos liderados por Alonso y Petra, quien empuña una escopeta como símbolo de su cambio definitivo. La conspiración se desmorona, los culpables son detenidos, y Jana regresa al salón de La Promesa, rodeada por aquellos que jamás dejaron de buscarla.
Doña Leonor sentencia: la verdad, por fin, ha salido a la luz.