En este significativo momento de Sueños de Libertad, Marta se enfrenta a una de las decisiones más importantes de su vida, un acto que no solo refleja su amor por Fina, sino también el profundo compromiso y confianza que siente hacia ella. En una conversación cargada de emociones, Marta le expresa a Fina que desea que ella sea parte de su vida de una manera aún más significativa. En un gesto de confianza total, Marta le dice a Fina: “Eres mi mujer, quiero incluirte en mi testamento”. Este acto de reconocer a Fina de una manera tan profunda simboliza un cambio fundamental en la relación entre ambas, y marca un punto de no retorno en su historia compartida.
Marta, quien siempre ha sido muy reservada y cautelosa con respecto a sus asuntos personales, decide dar este paso en un momento de vulnerabilidad, reconociendo la importancia de Fina en su vida. La propuesta de incluirla en su testamento no es solo un acto legal; es una forma de mostrarle a Fina que, más allá de cualquier vínculo profesional o afectivo, ella es alguien esencial para Marta. Este gesto está cargado de simbolismo y de un profundo afecto, ya que Marta entiende que su relación con Fina es más que una simple amistad o compañerismo. Es una relación de confianza y amor verdadero, en la que ambas han compartido tanto momentos felices como difíciles.
Fina, al escuchar estas palabras, se siente abrumada por la magnitud de la declaración. Aunque siempre ha sabido lo importante que es para Marta, este gesto marca un antes y un después en su relación. Incluir a Fina en su testamento no solo la coloca en un lugar especial en la vida de Marta, sino que también le da una seguridad emocional que nunca antes había tenido. Fina entiende que Marta la está invitando a ser parte de su futuro de una manera definitiva, mostrándole que la ve no solo como una amiga, sino como alguien fundamental en su vida.
La escena está cargada de tensiones emocionales, ya que Fina también se siente un poco insegura al respecto. A pesar de su amor por Marta, no puede evitar preguntarse si está a la altura de tal gesto. La idea de ser incluida en el testamento de alguien tan importante puede ser tanto un honor como una carga, ya que implica una gran responsabilidad emocional. Fina no puede evitar pensar en lo que esto podría significar para su futuro, especialmente en una relación tan intensa y compleja como la que tiene con Marta.
Marta, al percatarse de las dudas de Fina, trata de tranquilizarla, asegurándole que no es una obligación ni una presión, sino una muestra de su amor y su confianza. Le deja claro que, para ella, lo más importante es que Fina se sienta libre y feliz, y que esta decisión no tiene que ver con expectativas o presiones externas, sino con un deseo genuino de compartir su vida de manera profunda y comprometida. Marta quiere que Fina sepa que la inclusión en su testamento es una forma de expresar su deseo de que siempre esté a su lado, incluso cuando ella ya no esté presente.
Este gesto de Marta también revela su temor a la incertidumbre del futuro. En sus palabras, hay una sensación de querer asegurarse de que, pase lo que pase, Fina será parte de su legado. Marta sabe que la vida es impredecible, y en un acto de amor, busca garantizar que Fina tenga un lugar seguro en su vida, sin importar las circunstancias que puedan surgir. Este testamento no solo es un documento legal, sino también un símbolo de amor eterno y un deseo de proteger a Fina incluso cuando ya no pueda estar físicamente a su lado.
El desarrollo de esta escena marca un cambio crucial en la narrativa, ya que la relación entre Marta y Fina da un paso más allá de lo personal y lo profesional hacia algo mucho más profundo y comprometido. La declaración de Marta no solo le da a Fina una gran responsabilidad emocional, sino que también le ofrece un profundo sentido de pertenencia y confianza. Esta decisión, aunque simple en su formulación, tiene un impacto trascendental en la vida de Fina, quien se ve involucrada en un compromiso de una magnitud que nunca había imaginado.
Al final de la conversación, Marta y Fina se quedan en silencio por un momento, conscientes de la importancia de lo que acaba de ocurrir. Aunque el gesto de Marta es definitivo y profundo, también es un acto de liberación emocional. Ambas saben que, a partir de ahora, su relación será más fuerte, más cercana y, sobre todo, más real. La conexión que tienen se ha sellado de manera simbólica, y ambas se sienten más unidas que nunca.
Este momento de Sueños de Libertad es crucial, ya que establece un punto de inflexión en la relación de Marta y Fina. No solo se trata de una declaración de amor, sino de un compromiso genuino y duradero que afecta tanto a su presente como a su futuro. Este gesto de incluir a Fina en su testamento es una manera de mostrarle que ella es, sin lugar a dudas, una parte esencial de la vida de Marta, y que nada puede cambiar eso.