Manuel Regueiro, nacido en Pontevedra en 1965, es ampliamente reconocido por su papel como el Marqués de Luján en la exitosa serie “La Promesa”. Sin embargo, más allá de su destacada trayectoria actoral, Regueiro posee una faceta menos conocida pero igualmente apasionante: su amor por la música.
Desde su adolescencia, Manuel ha sido el vocalista de la banda de pop-rock “Los Caras de Cona”, un proyecto que fundó junto a amigos y que ha perdurado por más de tres décadas. Aunque la banda mantiene un perfil amateur y realiza pocas presentaciones al año, su pasión por la música es evidente. Es interesante notar cómo en su perfil de Instagram se alternan imágenes de él caracterizado para “La Promesa” con carteles de sus actuaciones musicales.
Recientemente, sus compañeros de reparto en “La Promesa” lo han acompañado en algunas de sus presentaciones, mostrando el fuerte vínculo que existe entre ellos fuera del set de grabación. Esta camaradería ha sido evidente en diversas publicaciones en redes sociales, donde se les ve disfrutando juntos de la música y compartiendo momentos de ocio.
En el ámbito personal, Manuel lleva 24 años casado con Natalia López, quien trabaja en un estudio de diseño de interiores. La pareja tiene dos hijos, Manuel y Tomás, quienes, aunque nacidos en Madrid, mantienen una conexión profunda con Galicia, tierra natal de su padre.
A pesar de su éxito en la actuación, Regueiro ha confesado en varias ocasiones que, de no haber seguido esta carrera, probablemente habría terminado trabajando en la banca, una profesión a la que se dedicó parte de su familia. Esta revelación añade una capa más de profundidad a su ya multifacética personalidad.
Su amor por Galicia es palpable. Cada vez que su agenda se lo permite, viaja a las Rías Baixas, donde disfruta de la brisa marina y recarga energías. En una entrevista reciente con “La Voz de Galicia”, destacó que el mar es adictivo para él y que siempre que puede, se escapa para poner los pies en la arena.
Manuel Regueiro es, sin duda, un hombre de múltiples talentos y pasiones. Su capacidad para equilibrar una exitosa carrera actoral con su amor por la música y su dedicación a la familia es admirable. Los seguidores de “La Promesa” y de su trayectoria artística esperan con ansias ver qué nuevos proyectos y sorpresas les depara este polifacético artista en el futuro.