En este emotivo episodio, Andrés se enfrenta a una profunda crisis personal tras el accidente que dejó a su esposa, María, en condición de invalidez permanente. A lo largo del capítulo, se exploran temas de responsabilidad, culpa y agotamiento emocional.
La conversación entre Andrés y Luz, la doctora de la empresa, es clave. Luz le ofrece apoyo y le recuerda que, para cuidar de María, también debe cuidar de sí mismo. Le sugiere que acepte la nueva realidad y busque la mejor forma de vivir con ella. Andrés, sin embargo, se siente atrapado por la culpa y teme que su vida se convierta en una carga interminable.
Luz, con firmeza pero compasión, le asegura que no es culpable y que asumirlo como una carga solo lo dañará a él y a María. La escena transmite claramente el peso emocional que ambos están soportando, pero también la importancia de encontrar un equilibrio entre el cuidado del otro y el autocuidado.
Este episodio profundiza en la complejidad de las relaciones familiares y en cómo los personajes enfrentan las adversidades con resiliencia y amor.