En un giro inesperado dentro de La Promesa, el Conde de Ayala —apodado por los fans como el “conde tieso”— decide mover sus fichas contra Lorenzo de la Mata justo el día de su cumpleaños. Todo comienza con un misterioso paquete que Lorenzo recibe y que, para su sorpresa, no proviene de su eterno aliado Martín de Vargas, sino del mismísimo Ayala. Aunque desconfía del gesto, lo abre y se encuentra con una carta en la que el Conde le desea un feliz cumpleaños y le promete un regalo que llegará con retraso, pero que será “una gran sorpresa”.
Lo que Lorenzo no sospecha es que ese obsequio no será precisamente algo que le alegre el día. Muy por el contrario, lo que Ayala tiene preparado podría ponerlo en una posición muy delicada, tanto personal como políticamente. ¿Y cuál es ese regalo? Ni más ni menos que el regreso de su esposa, doña Eugenia Izquierdo, al palacio.
Eugenia, hermana de Cruz y madre adoptiva de Curro, vuelve a escena después de un tiempo apartada por razones de salud mental y una fuerte dependencia al láudano —una situación en gran parte orquestada por el propio Lorenzo, quien ha mantenido a su esposa medicada para tenerla fuera de juego. Su llegada no solo reabre viejas heridas, sino que también amenaza con destapar secretos enterrados durante años.
El impacto inmediato lo sentirá Curro, su hijo adoptivo, quien siempre la ha querido como una madre verdadera. A pesar de su nueva condición como criado en el palacio, todo indica que durante la estancia de Eugenia volverá a ocupar su estatus de señorito, al menos de cara a su madre. Esto plantea una disyuntiva interesante: ¿le dirán a Eugenia la verdad sobre Curro o le ocultarán la situación para protegerla?
Y eso no es todo. Otro secreto que probablemente no saldrá a la luz de inmediato es el encarcelamiento de Cruz, hermana de Eugenia. Si no le dirán que su “hijo” es ahora un sirviente, mucho menos querrán que sepa que su hermana está tras las rejas. Sin embargo, se deja entrever que Eugenia podría no tomárselo tan mal… ¿acaso guarda cierto resentimiento hacia Cruz? Esta posibilidad abre nuevas incógnitas y giros narrativos que podrían explotar más adelante.
La llegada de Eugenia también provocará reacciones entre otros personajes clave del palacio. Curro, como ya dijimos, estará profundamente afectado, pero también personajes como Martina, Catalina y Ángela le demostrarán su cariño. La gran incógnita será doña Leocadia de Figueroa, quien fue amiga íntima tanto de Cruz como de Eugenia desde sus tiempos en Cuba. Aunque es probable que intente mantener las apariencias frente al marqués y el resto, la relación con Eugenia podría tornarse tensa si emerge alguna vieja rivalidad o interés oculto.
Pero el conflicto central girará, sin duda, en torno a Lorenzo. Eugenia, si logra recobrar su lucidez (algo que puede suceder si se reduce su dosis de láudano), podría convertirse en una amenaza formidable para su esposo. De hecho, ya hay conversaciones entre Curro y su entorno que apuntan a la necesidad de reducir la medicación para que Eugenia recupere su “oremus” —su juicio— y empiece a tomar control de su situación. Si esto ocurre, Lorenzo podría enfrentarse no solo al rechazo de su esposa, sino también a una posible exposición de sus manipulaciones.
El regreso de Eugenia también podría influir en múltiples tramas simultáneamente. Su cercanía con Cruz, el varón de Linaja (su padre), Dolores (la madre de Curro) y Hann (su antigua doncella), la conecta de forma directa con varios hilos argumentales clave de La Promesa. Incluso se ha insinuado que pudo tener un romance pasado con “el jerezano”, una figura aún envuelta en misterio. Esta red de vínculos convierte a Eugenia en una pieza central, capaz de mover toda la estructura narrativa de la serie.
Las posibilidades de enfrentamientos están servidas: Eugenia contra Lorenzo, contra Leocadia, y hasta contra el sistema que permitió su marginación durante tanto tiempo. Si logra sacar a la luz información sensible sobre Cruz, podría inclinar la balanza de manera definitiva y condenarla a una sentencia aún más dura. Por eso, la llegada de Eugenia no es solo una visita familiar, sino un verdadero terremoto emocional y político dentro del palacio.
El narrador del video no duda en remarcar que este regreso marca un punto de inflexión. La figura de Eugenia pasa de ser un personaje marginal a una protagonista con poder de acción, capaz de modificar alianzas, destapar verdades y provocar quiebres irreversibles entre los habitantes de La Promesa. Y si alguien tiene la clave para revertir el oscuro destino de Cruz —o asegurarlo del todo— es ella.
Con todos estos elementos en juego, lo único claro es que La Promesa entra en una nueva fase mucho más intensa. El regalo de Ayala no solo es una jugada maestra, sino también un mensaje: quien subestima al Conde, paga las consecuencias.