⚠️ SPOILER | EL DUQUE HUMILLA NUEVAMENTE A CURRO – La Promesa Capítulo 611: análisis detallado
El capítulo 611 de La Promesa cierra la semana con un sabor amargo para los seguidores de Curro, que vuelve a ser blanco de una cruel humillación por parte del Duque de Carvajal y Cifuentes. A lo largo del episodio, se desarrollan varias tramas, pero el golpe final que recibe Curro marca sin duda el punto más impactante del capítulo.
Todo comienza con la tensa conversación entre Curro y el duque, donde este último ataca directamente la dignidad del joven. Refiriéndose a su madre biológica con desprecio, el duque no solo la desacredita, sino que también desprecia los orígenes humildes de Curro, recalcando que su madre “real” no era más que una simple fregona. Una escena difícil de digerir, cargada de clasismo y desprecio, que evidencia el desprecio sistemático del duque hacia Curro, y que remueve viejas heridas aún abiertas tras la muerte de Eugenia.
Pero antes de que se desarrolle esta escena final, el capítulo nos ofrece otras subtramas importantes. En primer lugar, Leocadia vuelve a presionar a Manuel, intentando meter una nueva inversión en el proyecto de motor que él está desarrollando. Lo hace justo cuando Manuel acaba de asumir la deuda de Toño como propia, una carga económica que lo obliga a considerar la propuesta. Sin embargo, la cantidad ofrecida por Leocadia parece desproporcionadamente alta, lo que levanta sospechas sobre sus verdaderas intenciones. Manuel, por su parte, intenta blindarse legalmente, proponiendo formalizar todo por contrato para así poder recuperar el control de su empresa en el futuro.
Lo que genera cierta preocupación es la decisión de Manuel de mezclar esta inversión con la deuda de Toño. Aunque demuestra su lealtad, lo hace a costa de su independencia. Afortunadamente, parece que se avecinan cambios: Manuel podría comenzar a desligarse de esa trama económica, justo cuando se insinúa que pronto se involucrará más directamente en la historia relacionada con Hann y su trágico destino. Se abre así la puerta a una posible participación de Manuel en la búsqueda de la verdad y la justicia.
En cuanto a Curro, este capítulo lo muestra especialmente vulnerable, pero también más arropado. Recibe el apoyo de Ángela, que se convierte en un bálsamo emocional para él, y también el de su hermano Manuel, con quien comparte una emotiva conversación en la que se menciona a Hann. La escena está llena de dolor y ternura, y permite a ambos personajes avanzar emocionalmente. Se vislumbra incluso una futura participación activa de Manuel en la venganza o al menos en el esclarecimiento del misterio que rodea la muerte de Hann, lo cual aportaría nuevas capas a su personaje.
Sin embargo, mientras se fortalece su vínculo con Manuel, la relación entre Curro y Ángela parece estancada en el dolor. No hay un desarrollo romántico claro, sino más bien un ciclo de llanto, rechazo y separación, muy distinto a lo que se construyó anteriormente con Hann. En contraste, la relación entre Rómulo y Emilia comienza a florecer con autenticidad. Emilia le revela que todo lo que le ha dicho es cierto, salvo el detalle de que no está casada. Este acto de honestidad desata un momento de alegría en Rómulo, culminando en un beso lleno de ternura que recuerda a parejas entrañables de otras ficciones, como Teresa y Pietro en La Moderna.
Este renacer amoroso, sin embargo, podría ser el preludio de una salida digna para ambos personajes. Dado que La Promesa parece estar reorganizando sus fichas, no sería extraño que esta historia de amor marcara la despedida de Rómulo y Emilia de la serie, dejando a Ricardo como mayordomo principal y a Pía como nueva ama de llaves tras el despido de Petra. Una salida serena y merecida para dos personajes fundamentales.
Mientras tanto, otras tensiones se siguen acumulando. El conflicto entre María Fernández y el padre de Samuel sigue sin resolverse del todo. Aunque María se siente ganadora tras el despido de Petra, el juicio moral y emocional de Samuel sigue afectándola. Este hilo argumental promete retomarse con más fuerza la próxima semana.
Y finalmente, volvemos a la escena más dolorosa del episodio. Curro, en un intento de recuperar la normalidad y ejercer su rol con dignidad, se enfrenta al Duque sobre los planes del entierro de Eugenia. La respuesta del Duque no es solo fría, sino cruel. Lo desprecia sin motivo aparente, como si buscara reafirmar su poder humillando a quien ya está quebrado emocionalmente. Este tipo de escenas, como las vividas con Eugenia, resultan difíciles de ver y generan impotencia en la audiencia.
El gran problema es que esta dinámica se repite una y otra vez. No hay tregua para Curro. Cada episodio parece traer una nueva afrenta, una nueva humillación. Y mientras en otras series los villanos al menos pagan por sus actos, en La Promesa parece que la maldad siempre gana. Villanos como el Duque o Leocadia actúan con impunidad, y cuando finalmente se hace justicia, rara vez se corresponde con sus crímenes reales.
Por ahora, queda por ver si Alonso será capaz de intervenir y frenar esta espiral de humillaciones, o si todo continuará empeorando para Curro. Lo cierto es que la serie sigue manteniendo un clima denso y una atmósfera de injusticia constante, lo que despierta tanto frustración como expectativa en la audiencia.