En los episodios de La Promesa correspondientes al 9 al 13 de junio, la tensión se intensifica y los secretos comienzan a salir a la luz en el Palacio de los Luján. Las relaciones se tambalean, nuevas alianzas se forjan y un peligroso descubrimiento reabre viejas heridas.
Curro, obligado por Alonso, debe disculparse con don Lisandro, aunque le cuesta hacerlo. Mientras tanto, Manuel, en un intento por ayudar a Toño, salda su deuda para motivarlo a reconectar con su familia. Sin embargo, Toño se niega rotundamente, dejando claro que no desea dar marcha atrás.
Adriano regresa al palacio tras el escandaloso bautizo, y Leocadia aprovecha para arremeter contra Catalina y Martina por haber despedido a Petra sin su autorización. Ante esto, Alonso respalda la autoridad de Leocadia, consolidando su control sobre la casa.
Un nuevo misterio aparece cuando Ricardo muestra a Rómulo una pulsera con esmeralda encontrada en circunstancias sospechosas. Aunque se inicia una investigación, los resultados no ofrecen respuestas claras.
Mientras tanto, Curro, destrozado emocionalmente por la muerte de Eugenia, vuelve al trabajo por órdenes de Alonso. Solo Ángela parece consolarlo, pero Leocadia, decidida a controlar todas las relaciones del palacio, obliga a Alonso a forzar a Curro a que rompa su vínculo con ella.
En otro giro inesperado, Lisandro cambia su trato con Adriano y comienza a planear un enigmático regalo para él, que más adelante causará sorpresa. Al mismo tiempo, Pía trata de recuperar la pulsera asegurando que es un obsequio personal. En su investigación, descubre junto a Lope un frasco con cianuro, el mismo veneno que se utilizó para asesinar a Hann, lo que reaviva las sospechas y el temor.
En el frente religioso, Samuel continúa defendiendo a Petra, asegurando que ella no fue quien lo denunció al obispado, sembrando aún más dudas entre los habitantes del palacio. Finalmente, presionado por María Fernández, Samuel revela una verdad impactante sobre su excomunión que sacudirá a todos los personajes, especialmente a María.
Por otro lado, Rómulo y Emilia deciden retomar su relación, mientras Leocadia se impone como la nueva señora absoluta del hogar, cortando de raíz cualquier acercamiento entre Curro y Ángela y dejando claro que no tolerará desafíos a su autoridad.
En los últimos momentos de la semana, Catalina y Adriano reciben el misterioso regalo de Lisandro, lo que les deja intrigados. La investigación en torno a la pulsera continúa sin rumbo, pero una nueva amenaza se asoma cuando se revela que alguien con oscuras intenciones ha enviado una carta tanto a Manuel como a Toño.