En el capítulo 301 de Sueños de Libertad, la tensión se eleva cuando Marta irrumpe en la oficina de Damián, claramente molesta y decidida a resolver un problema que la ha estado aquejando. Sin rodeos, exige la salida inmediata del detective que trabaja para él. Su tono es firme, dejando claro que ha llegado al límite con esta situación y no está dispuesta a tolerar más complicaciones.

Damián, tratando de mantener la calma, le pide que se calme y le recuerda que pensaba que ese asunto ya había sido resuelto. Sin embargo, Marta no cede, ya que nunca estuvo de acuerdo con que el detective continuara trabajando para ellos. Le exige que solucione el problema de inmediato, pues siente que su padre, al involucrar a este hombre, ha complicado todo aún más de lo necesario.

Damián intenta justificar su decisión, explicando que, aunque no era su primera opción, contrató al detective para hacer frente a su rival, Don Pedro Carpena, sin importar si los métodos eran cuestionables. Pero Marta, claramente molesta, le lanza una acusación que lo desconcierta: le dice que está actuando de la misma manera que su hermano Jesús lo haría. Este comentario afecta profundamente a Damián, quien no puede ocultar su incomodidad.

Es entonces cuando Marta revela su verdadero temor. El detective tiene en su poder un secreto muy delicado que podría usar en su contra, chantajeándola en cualquier momento. Aunque Damián intenta restar importancia al asunto, asegurándole que el detective no está interesado en traicionar, Marta no se siente tranquila. Para ella, no habrá paz hasta que ese hombre deje de estar cerca de su vida.

La conversación toma un giro aún más dramático cuando Damián nota que Marta menciona “nosotras”, sugiriendo que hay más personas involucradas. Al presionarla, Marta confiesa que Fina también está al tanto de este secreto. Esto enfurece a Damián, quien la acusa de ser irresponsable y pone en evidencia que el riesgo ahora es aún mayor. Marta, abrumada por la situación, le deja claro que ese secreto las está consumiendo a ambas, impidiéndoles dormir tranquilas.

A pesar de las preocupaciones de Marta, Damián sigue viendo a Pedro Carpena como la mayor amenaza, minimizando todo lo demás. Para él, el asunto del detective sigue siendo secundario. Sin embargo, Marta no está dispuesta a seguir arriesgando su tranquilidad y, con más firmeza que nunca, se mantiene firme en su exigencia de que el detective sea despedido de inmediato.