En este capítulo, el conflicto entre Marta y Carmen alcanza su punto álgido, con las tensiones acumuladas a lo largo de los últimos episodios. Marta, visiblemente afectada por las decisiones de Carmen, le lanza una contundente acusación. “¡Ayer lo dijiste!”, le recuerda, haciendo referencia a una promesa rota o una declaración importante que parece haber sido olvidada por Carmen. Esta confrontación saca a la luz emociones profundas que ambas habían estado evitando, y el enfrentamiento no tarda en intensificarse.
Carmen, por su parte, trata de defenderse, pero la presión emocional parece estar desbordándola. Marta no solo cuestiona las acciones de Carmen, sino que también pone en duda su lealtad y compromiso. En medio de este intercambio tenso, Marta revela un sentimiento inesperado: “Te admiro”. Estas palabras dejan perpleja a Carmen, pues, a pesar de todo lo sucedido, Marta expresa una sincera admiración hacia ella, aunque aún se siente herida por sus acciones.
El capítulo se cierra con una sensación ambigua, donde el dolor y la admiración se entrelazan, dejando al espectador con una mezcla de sentimientos encontrados. La relación entre ambas se encuentra en una encrucijada, y es incierto si podrán superar este obstáculo o si su vínculo quedará marcado para siempre por este conflicto. La tensión emocional que se construye en esta confrontación promete grandes cambios en el futuro de las dos protagonistas.