Las preocupaciones sobre Luis crecen cuando Irene y Pedro conversan sobre su extraño comportamiento. Irene, preocupada por el agotamiento de Pedro, le insiste en que descanse, pero él se niega, argumentando que debe cenar con Miguel Zuzunaga para presentarle un importante proyecto. La discusión los lleva a hablar sobre Luis y el retraso en la entrega del perfume para Galerías Miranda, lo que sorprende a Pedro, pues era clave para el aniversario del grupo.
Irene comparte una inquietante observación: Luis, a pesar de su experiencia como perfumista, no reaccionó al fuerte aroma de un frasco de esencia de albahaca que ella derramó en el laboratorio. Pedro intenta restarle importancia sugiriendo que podría estar resfriado, pero Irene no está convencida. Además, menciona que Digna estaba en el laboratorio escribiendo en la libreta de Luis con una familiaridad inusual.
Lo más desconcertante es la reacción de Luis y Digna cuando Irene insistió en que debía presentar el perfume cuanto antes: ambos se mostraron visiblemente nerviosos. Esto lleva a Irene a una conclusión inquietante: si Luis ha retrasado la entrega, quizás no es por perfeccionismo, sino porque enfrenta un problema aún mayor… podría haber perdido el sentido del olfato. Pedro comprende la gravedad de la situación y decide que deben investigar la verdad cuanto antes.