En este emotivo episodio, Marta y Darío visitan una tienda en busca de un regalo especial. Marta le muestra a Darío las instalaciones y le explica cómo el lugar está diseñado para atraer clientes, mientras lo guía a través de la tienda. Aunque Darío parece interesado en el recorrido, hay algo que lo inquieta.
Pronto, Marta se da cuenta de que Darío no está completamente a gusto. Cuando le pregunta si está cansado, él confiesa que lo que realmente siente es decepción. Había esperado con ansias esta visita, con la ilusión de reencontrarse con su viejo amigo Pelayo. Sin embargo, Pelayo no pudo asistir debido a su apretada agenda. Marta, comprensiva, le explica que Pelayo ha estado siempre ocupado, y ahora que se involucra en la política, encontrar tiempo para verse es aún más difícil.
A pesar de la decepción, Darío decide que quiere hacerle un detalle a Pelayo antes de irse. Considera que un perfume sería el regalo perfecto y le pide a Marta que se lo entregue si no logra verlo. Marta acepta sin dudarlo, y junto con Gema, una empleada de la tienda, ayudan a Darío a elegir la fragancia ideal. Debaten entre aromas clásicos y atrevidos hasta que Darío encuentra el indicado: una sofisticada mezcla de roble, canela, clavo y jacinto.
Satisfecho con su elección, pide que lo envuelvan como regalo. Marta y Gema se aseguran de que todo esté listo, mientras Darío espera que este pequeño gesto logre transmitirle a Pelayo cuánto significa para él su amistad.