Las intrigas y los secretos siguen sacudiendo los cimientos de La Promesa, pero en esta ocasión, un inesperado giro podría cambiarlo todo. Curro, después de días de incertidumbre y dudas, finalmente se atreve a hablar y confiesa una verdad que podría ponerlo en peligro: está convencido de que Cruz no mató a Jana. Abrumado por esta certeza, acude a Pía en busca de ayuda para descubrir al verdadero asesino. Lo que comienza como un pacto silencioso entre ellos se convierte en una promesa arriesgada que podría costarles muy caro. Pero el camino hacia la verdad está lleno de obstáculos y enemigos que no dudarán en interponerse.
Mientras tanto, la presión del capitán del regimiento sigue siendo un problema para Curro. Su vigilancia constante y las estrictas órdenes que impone dificultan cualquier intento de investigación. Sin más opciones, Curro decide recurrir a los mayordomos del palacio, quienes, al ser alertados de la situación, empiezan a observar con mayor atención cada movimiento sospechoso dentro de la finca. Las sombras del misterio se alargan en cada rincón, mientras los hilos del engaño comienzan a desenredarse.
En otra parte del palacio, Manuel, consumido por la tristeza y la culpa, encuentra un refugio inesperado entre los ancianos. Compartiendo con ellos los recuerdos de los últimos días de Jana, intenta aliviar el peso del luto que lo atormenta. Su necesidad de hablar y liberar el dolor reprimido lo lleva a una conversación cargada de emociones, en la que cada palabra pronunciada se convierte en un paso hacia su sanación.
Pero no todo es introspección y duelo en La Promesa. En un giro inesperado, Leocadia y Petra forman una peligrosa alianza. Alonso logra convencer a Leocadia de que no abandone el palacio, y ella, lejos de rendirse, encuentra en Petra la aliada perfecta para afianzar su posición. Esta unión amenaza con alterar el equilibrio de poder dentro de la finca y pone en alerta a aquellos que ya habían intentado frenar los oscuros planes de la implacable ama de llaves.
Mientras tanto, María Fernández sigue sin recuperarse, pero en lugar de recibir apoyo, enfrenta la fría determinación de Petra, quien no duda en amenazarla con despedirla si no retoma sus tareas de inmediato. Candela, por su parte, esconde con dolor la marcha de Antoñito, fingiendo normalidad ante Simona, mientras su corazón se resquebraja en silencio.
Las tensiones también aumentan entre Pía y Ricardo, cuando ella descubre que él ha acompañado a Ana a empadronarse como si aún fueran pareja. La traición y el resentimiento se hacen evidentes en su mirada, y la relación entre ambos parece más frágil que nunca.
Y cuando parece que el caos no puede ir a más, Catalina recibe una visita inesperada, una presencia misteriosa que llega para sacudir los cimientos de La Promesa una vez más.
Mentiras, traiciones y alianzas peligrosas marcan este capítulo, donde la verdad se enfrenta a las sombras del pasado y el futuro de todos está en juego. ¡No te lo pierdas!